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miércoles, 30 de junio de 2010

Prosofagia nº8 - Junio 2010


Un nuevo número de esta fantástica revista, y van ocho.
En esta tirada vamos a encontrar algunos datos y entrevistas muy interesantes sobre la situación editorial (orientado a escritores noveles) y las agencias.
Además, como siempre, entrevistas a escritores, artículos y alguna noticia de interés. Todo ello con una presentación impecable, soberbia diría yo.

Felicidades, chicos. De nuevo un excelente trabajo.

domingo, 27 de junio de 2010

Desayuno vegetariano

Vuelvan más tarde, salí a desayunar...


viernes, 25 de junio de 2010

Un día como hoy (queridos maestros)

Me llega este texto en un correo electrónico. Desconozco el autor, pero no me resisto a ponerlo aquí.
Desde luego que no todos los maestros son ejemplares, como no todas las personas son ejemplares. Pero desde luego que muchos padres no se lo ponemos muy fácil, ¿eh?
A veces criticamos en exceso y no nos paramos a pensar en lo que decimos. Fijarse solo en las "supuestas ventajas" es hacer demagogia. Lo bueno y lo malo va unido, como en todos los trabajos. A estos también les han bajado el sueldo...
Desde El Buen Pozo Sediento:
¡Gracias a todos los maestros!
Un día como hoy en un aula de 25 alumnos-as de 2 años.
Entran en " semi fila" porque se despistan, se sueltan, algunos se vuelven hacia la puerta porque no quieren entrar, ..., les acaricias, intentas calmar y tiras de ellos hasta el aula.
"Que monos, que majetes que son, pequeñas personitas aprendiendo a descubrir el mundo"
Quito la mayoría de los chaquetones porque ellos solos no son capaces, para sus papás, que solo tienen uno en casa, es más rápido quitárselo que enseñarle a que lo haga solo, y encima del chaquetón llevan envuelta una gran bufanda, gorro y guantes que hay que guardar en los bolsillos de cada uno con cuidado no vaya a ser que se pierdan y la madre te lo recrimine durante toda la semana. Porque aunque en la reunión de principio de curso se dice bien claro que todas las prendas de vestir deben ir con nombre... ¿pa qué?, ya se encargará la profe de recordar de qué niño es cada cosa, total..., solo son 25 niños x 2 guantes + 25 bufandas + 25 bolsitas del almuerzo + 25 gorros..., cuando empiezas a asociar "los de piolín son los de Marta", "Hello Kity de María"...., llega el cambio de tiempo y..., vuelta a empezar

Bolsitas con el desayuno por el suelo, unos sentados en su sitio, otros corriendo por el aula. Se pone orden levantando la voz y dando palmadas. Las 9.20, por fin se han sentado todos, momento de calma, hacemos asamblea, repito más de 20 veces que para hablar hay que levantar la mano, hay que respetar el turno, unos escuchan, otros están en su mundo y otros, después del gran tazón de cereales de desayuno que les han puesto en casa sienten la llamada de la selva.
En mitad de la asamblea 4 niños se levantan porque quieren hacer " caca ".
Según van acabando hay que ayudarles a limpiar el culito, porque no saben (Otra cosa que sería muchísimo más fácil de aprender en casa pero.. sus atareadísimos papás no han tenido tiempo) y se llenan ropa, manos, baño y a otro compañero si se acerca demasiado.
Por fin has conseguido que escuchen "que monos", como van aprendiendo,..., cantamos canciones, cuentan sus aventuras, vemos un libro sorprendente que ha traído Pablo de casa con imágenes preciosas del Tema que estamos trabajando...

Empezamos el trabajo por rincones, se vive un momento de calma, juegan, experimentan, aprenden, comparten,..., les miras y piensas... "están felices, pa comérselos"... y al momento "¡te arrepientes de no haberte comido a alguno!", se levantan, le quitan el material a otro compañero, grito, agresión, llanto,... niño a la silla de pensar. Así 3 uno detrás de otro, llanto, ... limpio mocos, limpio mocos.

Para recoger el material yo pido, yo vuelvo a pedir, yo toco el silbato, yo toco el tambor y doy palmadas y termino GRITANDO: A RECOGER A ORDENAR CADA COSA EN SU LUGAR, a la vez que voy cogiendo cosas del suelo y unos pocos me imitan mientras otros miran extrañados, que deben pensar... "¿recoger?, si eso en casa siempre lo hacen mis papás, ¿por qué lo voy a hacer en el cole?"

Hora del aseo, por grupos se lavan las manos y van al baño. Reparto jabón, reparto servilletas, reparto papel higiénico, algunos son super autónomos, se nota que lo hacen a menudo, otros... uno empuja porque iba el primero, uno mete el dedito en el grifo, agua por todas partes, pis fuera,...

Almuerzos: ábreme el zumo, se me ha derramado el zumo, un yogur abierto en el suelo, galletas oreo pisoteadas, yo no quiero pan, a mi esto no me gusta, en casa nunca lo como, mamá ha dicho que a ver si en el cole aprendo a comerlo, pero a mi no me gusta, llanto me quiero ir con mi mamá, seño pélame la pera que a mi mamá no le ha dado tiempo ("total, ya lo hará la profe que solo tiene 24 niños más en el aula") y limpio mocos.

Anda, fulanito ha vomitado... no hay conserje en el cole porque era un gasto innecesario para el ayuntamiento, ... ¿para qué están los maestros?...
¿qué hago?, dejo solos a los 24 niños mientras voy a por serrín y a cambiar la ropa y llamar a los papás del que está enfermo... ¡¡socorro!!

Recogemos y 15 minutos para volver a poner los chaquetones. Patio y madres y abuelos en la muralla vigilando que a sus hijos no les pase nada, porque los maestros ¿para qué estamos?
Mocos, pipi, fulanito me ha pegado, menganito no te subas en el árbol, periquito no muerdas, las piedras no se chupan, la arena no se come, limpio mocos, limpio mocos, limpio mocos ...
El pequeño Luis se acerca y te dice "Seño ¿te puedo decir una cosa?, Estás muy guapa" "¡Pa comérselo!"

Vuelta a clase, colgamos chaquetones en las perchas, limpio caras con toallitas, manos con agua y jabón, y vuelta a la tarea: no se pinta en la hoja del compañero, los papeles a la papelera, limpio mocos, limpio mocos, limpio mocos...

Hora de la salida: la familia agolpada en la puerta para que su hijo-a salga el primero, me piden explicaciones de por qué un niño se ha arrancado la postillita de la frente, otro dice que se ha raspado el dedo con el suelo, otro que no se ha tomado el zumo, otra madre preocupada porque el niño ha bebido poca agua, y otra porque su niño ha salido de clase con mocos, una bufanda que no aparece, un guante perdido desde la semana pasada, una botella de agua que no es suya, ... ¿y el nombre?, ¿tenía puesto el nombre?...

Llego a casa , la boca seca porque no me acordé o mejor dicho no tuve tiempo de beber agua, y una vecina cotilla, que me dice, andaaa ehhh ya hasta mañana..., que poco trabajáis los maestros...
Claro, porque la preparación de la clase y el material del día siguiente me lo ha buscado y elaborado ella o su marido.

Y cuando siempre oyes lo mismo en relación a nuestro trabajo, de lo bien que se vive, de las vacaciones, de la suerte que tenemos de poder estar criando a sus hijos cuando ellos andan despreocupados de sus retoños, piensas: y siendo que las universidades aceptan matrículas de nuevos alumnos ¿Tan tontita es la gente para no estudiar y tratar de conseguir ese trabajo de sus sueños, donde sin hacer nada te pagan y siempre se está de vacaciones?

Así con 67 no, con 80 podríamos jubilarnos y tan frescos.

Menos mal que siempre hay un "pequeño Luis" que parece que adivina el momento en el que necesitas escuchar unas palabras de ánimo.

jueves, 24 de junio de 2010

La virtud de insistir


Leo (con cierto retraso) un pequeño artículo de Almudena Grandes en EL País Semanal: Una fábrica de chocolate. Para no perdérselo.


"[...] Cuando era pequeño, a su hijo mayor no le gustaba leer. Con sus hermanas nunca tuvo ese problema, pero él, aficionado al cómic, a los videojuegos, a jugar al fútbol, nunca encontraba el momento de abrir ninguno de los libros que ella le regalaba [...]


[...]¿Estará enfermo?, pensó, y pronunció su nombre en voz baja, para no despertar a su hermana. Pasa, escuchó, estoy aquí. Y al abrir la puerta, lo encontró recostado en la cama, con un libro entre las manos, tan absorto en la lectura que ni siquiera levantó la cabeza de las páginas. ¡Ah!, muy bien, su madre sonrió, cerró la puerta y miró el reloj. Quería cronometrar aquel prodigio[...]"

En este texto queda ensalzada perfectamente la necesidad de insistir. Tal vez algunos chavales no lean nunca, pero hay que intentarlo. No hay juego, película o serie de TV que supere un buen libro... solo hay que encontrar el libro adecuado en cada momento.

viernes, 18 de junio de 2010

Apocalipsis Z, de Manel Loureiro


Título: Apoclipsis Z
Autor: Manel Loureiro

Z.
Z de zombi, claro.
No soy un lector muy asíduo de terror ni de zombis, pero este ejército de No-Muertos se ha colado imparable en mis noches, y a costa de muchas legañas y mucho sueño mañanero, he acabado con él de unos pocos bocados.
El apocalipsis que el autor plantea es tremendamente inquietante. El mundo se va al garete, no hay esperanzas y lo más lógico parece volarte la cabeza para no acabar siendo uno de ellos. Pero algunos no se rinden. Luchando desesperadamente por encontrar un lugar seguro donde sobrevivir, el protagonista de la historia sufre de lo lindo para encontrar unos poquitos supervivientes...
La lectura, en forma de entradas de blog y de diario, al final, es tremendamente ágil. La narración: en primera persona, es todo un ejercicio de escritura y aunque en algún momento resulta un poco repetitiva (no hay muchas maneras de describir la asquerosidad de un no muerto, lo reconozco), se lee del tirón, fácil.
Solo le puedo poner un pero: al comienzo de la novela, el protagonista se prepara, sin saberlo, para un largo asedio, y además vive en una fortaleza... Tal vez por ello sobrevive, claro. Pero el autor le ha dado ventaja, demasiada. Claro, que si no, a lo mejor el prota se convierte en un zombi a las primeras de cambio y la novela se queda en relato corto. Pero es un poco trampa.
Por lo demás, la narración tiene dos partes muy diferentes. La primera es probablemente la original, el planteamiento original (la resistencia y asedio de su casa-fortaleza9. La segunda, (cuando escapa de su casa) es probablemente cuando el autor se dio cuenta de que el relato que había pensado, tal y como él mismo reconoce, se ha convertido en una novela. Ambas son diferentes y aunque son igualmente interesantes, se nota un cambio en la forma de narrar.

Me habían hablado bien de este libro, pero no imaginaba yo que me iba a gustar tanto. Os lo recomiendo. Incluso para ese sobrino que no lee casi... es de monstruitos y acción, seguro que le engancha.

lunes, 14 de junio de 2010

Urnas de Jade II: Mentiras, de David Prieto.


Título: Mentiras (Urnas de Jade II)
Autor: David Prieto.

Completo la lectura de este segundo volumen de la saga UdJ y si en el primer libro encontrábamos aventuras a raudales de la cuadrilla de aventureros que protagonizan la novela, en el segundo volvemos a encontrar nuevas e inverosímiles aventuras.
El autor profundiza en los personajes y en sus personalidades, ofreciéndonos una brillante ejecución llena de realismo, de facetas, de matices.
La cuadrilla de protagonistas se ve dispersada por los avatares de la novela y lejos de liar la novela, le da más profundidad: esta es una novela de novelas. Cada uno de los protagonistas sigue su propia historia y todas ellas van unidas por las dichosas Urnas de Jade.
Es un libro grande, que precisa de bastante atención para no perderse en el complejo universo de Drashur, pero que ha ganado en brillantez y emoción respecto al primer volumen. En este segundo libro se aclaran definitivamente algunos aspectos del primero, a la par que se abren nuevos interrogantes que deberán responderse en el tercero y último de esta saga.
Lo malo es que el tercer volumen aún no ha salido. Lo bueno es que saldrá en breve.
Pueden pasar dos cosas: que la tendencia al alza se mantenga, y esta tercera entrega sea espectacular, o que todo quede en un casi. Pero viendo la evolución y la constancia de David Prieto, apuesto por lo primero.
Como ya opinaba en anteriores ocasiones, si las editoriales nacionales no apuestan más por autores nacionales, es por una inexplicable miopía editorial y por una absurda reticencia de algunos lectores. Muchos autores-franquicia de allende los mares ya quisieran el nivel de esta novela.

Me ha gustado mucho esta segunda entrega. Me temo que el tercer volumen tendré que colarlo en mi pila de pendientes de leer...