Uno no siempre tiene ganas de hablar, a pesar de que en El Buen Pozo Sediento nunca falten parroquianos deseosos de parlar. A veces, en cambio, uno siente la necesidad de conversación y no encuentra a nadie que llegue más allá de si era fuera de juego el gol que marcó el Real Goblin F.C. o de si el presidente Áratorn debe convocar elecciones en el Gondor Deportivo… En esas andaba yo el otro día, malhumorado por las cosas del trabajo en la posada, cuando apareció en la puerta un viejo mago, que no viene ni poco ni mucho, sino justo cuando se le necesita, que nunca llega tarde ni pronto, sino justo cuando se lo propone.
Srider caminó hasta su mesa de siempre, me saludó con la cabeza cuando consiguió sacarse el puntiagudo sombrero y apoyando el cayado en la silla pidió algo para beber.
Como no podía ser menos, me encargué personalmente de obsequiar a tan distinguido cliente con el mejor de mis mostos. Y como buen perillán que fui de mozo, llevé, distraídamente, dos copas. Una para el mago y otra para mi. Tomé asiento y me escaqueé el resto de la velada, para disgusto de los empleados. Pero para algo uno es el jefe.
Entre copa y copa charlamos de las muchas y sorprendentes cosas que un mago hace discretamente en su vida. Lo normal: conjuros, novelas, aprendices, idiomas…
¿Pedro o Srider?
Pues, como todo, supongo que tiene sus ámbitos de aplicación. En esta entrevista y en este mundillo en general: Srider.
¿Por qué elegiste Srider como “nick” en Internet?
Pues todo empezó buscando “nick” para IRC hace ya bastantes años, unos 15 tal vez. Tenía una carta de “magic” que se llamaba “Shambling Strider”, quise poner el segundo nombre como “nick” y me confundí poniendo el que ahora uso. Poco después se convirtió en un personaje de rol, y con el tiempo en el protagonista de mi novela. Ahora somos uno.
Como no podía ser menos, me encargué personalmente de obsequiar a tan distinguido cliente con el mejor de mis mostos. Y como buen perillán que fui de mozo, llevé, distraídamente, dos copas. Una para el mago y otra para mi. Tomé asiento y me escaqueé el resto de la velada, para disgusto de los empleados. Pero para algo uno es el jefe.
Entre copa y copa charlamos de las muchas y sorprendentes cosas que un mago hace discretamente en su vida. Lo normal: conjuros, novelas, aprendices, idiomas…
¿Pedro o Srider?
Pues, como todo, supongo que tiene sus ámbitos de aplicación. En esta entrevista y en este mundillo en general: Srider.
¿Por qué elegiste Srider como “nick” en Internet?
Pues todo empezó buscando “nick” para IRC hace ya bastantes años, unos 15 tal vez. Tenía una carta de “magic” que se llamaba “Shambling Strider”, quise poner el segundo nombre como “nick” y me confundí poniendo el que ahora uso. Poco después se convirtió en un personaje de rol, y con el tiempo en el protagonista de mi novela. Ahora somos uno.
Preséntanos tu última obra.
Tengo una a punto de salir al mercado, pero mientas lo hace, mi última obra es “La elegida de los dioses”. Para mí es una novelita deliciosa, llena de aventura y valores. No pretendo moralizar con ella, de hecho, creo que se nota cuando se lee, pero del mismo modo que en una película o una novela aparecen cosas como la guerra, el odio, la violencia… porqué no pueden aparecer el compañerismo, la honestidad, la amistad etc…
¿A qué público va dirigida?
En teoría a niños de 12 años en adelante. Quizá por su extensión y sencillez argumental, pero si alguien llega a leerla y a profundizar en ella se dará cuenta que no es una novela sólo juvenil.
Tengo una a punto de salir al mercado, pero mientas lo hace, mi última obra es “La elegida de los dioses”. Para mí es una novelita deliciosa, llena de aventura y valores. No pretendo moralizar con ella, de hecho, creo que se nota cuando se lee, pero del mismo modo que en una película o una novela aparecen cosas como la guerra, el odio, la violencia… porqué no pueden aparecer el compañerismo, la honestidad, la amistad etc…
¿A qué público va dirigida?
En teoría a niños de 12 años en adelante. Quizá por su extensión y sencillez argumental, pero si alguien llega a leerla y a profundizar en ella se dará cuenta que no es una novela sólo juvenil.
¿De dónde te viene la afición a escribir?
Bueno, como de costumbre, primero tuve la afición de leer. Mucho, además. Luego, con 13 años, un amigo y yo decidimos empezar a contar historias. Es curioso, Jesús, mi amigo, es un narrador excelente con un trabajo bastante amplio y aún no ha logrado publicar debido a las circunstancias del mercado. Yo he tenido suerte.
En tus obras puede apreciarse una inclinación claramente educativa. ¿Utilizas tus relatos o tu vena de escritor de alguna manera en clase? Sabemos que no eres profe de Lengua y Literatura.
Soy maestro de inglés en primaria. No puedo utilizar mucho mis relatos ni mi vena escritora, pero sí es cierto que la imaginación me ayuda mucho a dar las clases.
Háblanos un poco de tu editorial. ¿Te resultó fácil llegar a publicar “La Elegida”?
“La Elegida” como Venus en su historia, ha tenido un largo proceso desde que salió la primera versión: “La Peregrina” hasta los sucesivos procesos de tamizado y mejora. Llegué incluso a editar una versión bastante diferente hasta que encontré a Edimater y ellos han apostado por mí.
¿Para cuando la continuación?
La continuación está en camino. Está casi terminada y tan solo le estamos dando tiempo. La editorial ha sufrido un proceso de reestructuración y crecimiento, por lo que durante el último año, la novela no ha tenido la distribución adecuada. Por tanto comenzaremos ahora de nuevo para ver las verdaderas posibilidades de la obra. Después saldrá, en breve si nada se tuerce, “Caballero de Dragón” otra novela juvenil de fantasía, esta vez con tintes históricos y, el año que viene, la segunda parte de los cuentos del círculo: “El legado del hechicero”.
Según los datos estadísticos los jóvenes leen menos ahora que antes. ¿Por qué crees que ocurre?
Pues que me perdonen los datos estadísticos, pero me parece que eso no es cierto. Precisamente, acabo de llegar de un claustro y discutíamos maneras de fomentar la lectura entre los niños. Se quejaban los tutores de que la mayoría de los niños sólo leían 5 ó 6 libros por trimestre, algunos, los menos, 9 ó 10 y un pelotón no muy extenso de cola, tan sólo uno o dos… ¿Dos libros por trimestre?, pero si cuando yo era niño leíamos uno y de milagro.
No, no creo que los jóvenes lean menos ahora que antes. El problema, y siempre lo diré, es que se compran menos libros ahora que antes. La tutora, que tiene asignado un presupuesto de 120€, compra la colección entera de la editorial de turno y los niños y jóvenes tienen toda una biblioteca para leer y no necesitan comprar. Es un ejemplo.
Es estupendo recibir esa noticia desde dentro del sistema educativo. De todas formas, ¿qué podemos hacer para que los chavales lean más?
En realidad, una de las cosas que hay que hacer y que a menudo se olvida es que los jóvenes escriban. El proceso lecto-escritor es dual, no podemos pretender que un niño «ame» la lectura si no «ama» la escritura; y ponemos el verbo «amar» entre comillas.
Además de eso… pues hay que intentar que a los niños les guste leer, les guste disfrutar con los libros. Las obligaciones nunca fueron buenas consejeras. No obstante, métodos concretos: abaratar los libros, por ejemplo… Pero no quiero meterme en camisa de once varas. [Sonrío]
¿Confiesa, cuántas horas le echas escribiendo al día?
Escribo muy poco, demasiado poco. Cuando no son los estudios es el trabajo y cuando no un jueguecito de ordenador que me trae de cabeza. [Risas]. Cuando me apetece, no paro. Por ejemplo: «Caballero de Dragón» tardé en escribirlo 14 ó 15 días, justo uno por capítulo. Estaba inspirado y fue un fluir constante después de un par de días de investigación. Sin embargo, «La Elegida de los Dioses» fue un lento peregrinar que duró varios años, a pesar de que las obras tienen extensiones similares. «El Legado del Hechicero», segunda parte de la trilogía va casi por el mismo camino que la primera. Llevo ya un año y sólo tengo poco más de la mitad.
¿Corriges o reescribes mucho lo que escribes?
No, en realidad, si está está y en caso contrario lo dejo. Me explico: cuando tengo la idea clara de un proyecto voy como un tiro y sólo hago correcciones de estilo, tipográficas o algún error sin importancia. Sin embargo también «desperdicio mucho el tiempo» escribiendo por escribir.
¿Dónde encuentras la inspiración?
No hay un lugar ni un momento precisos. Creo que depende, en gran medida, de mi estado de ánimo. Hay veces que me apetece escribir y escribo, otras que no, y hago otra cosa. En realidad me pasa con todas las cosas que me gustan.
¿Y si te asalta un día por la calle, qué haces?
Si me asalta por la calle, no tengo problemas. Me recreo en la idea, le doy forma, la machaco hasta que me parece convincente y cuando llego a algún lugar apropiado, la apunto.
¿Nunca has tenido ideas geniales que se te han olvidado por no apuntarlas?
Uno nunca sabe cuando una idea es genial, pero es cierto que muchas veces se han quedado bocetos en el tintero, sin embargo, creo que acaban volviendo aunque no me de cuenta. Así son las ideas.
¿Quién es la primera persona que lee tus escritos? ¿Sigues sus consejos?
Va por rachas. Hubo un tiempo en que tenía mejor horario y dedicación para escribir; entonces Tobías Grumm era el primero en leer casi todas mis cosas. En otras ocasiones debido a su agenda o a la mía no ha podido ser así, en esos momentos he recurrido a otros amigos de confianza. En alguna ocasión el orondo posadero de la taberna ha sido uno de ellos.
Suelo seguir sus consejos en según que cosas. Me explico; si tú me dices que ese guión no se pone así o que esa palabra no significa lo que yo quiero, te hago caso, que para eso te pido consejo y sé que me dices lo que sabes. Pero, si me dices, creo que esa frase hubiera quedado mejor así, o creo que lo que estás contando es demasiado farragoso… o cosas por el estilo, entonces sopeso tu opinión, la tengo en cuenta, pero no siempre la sigo.
¿Cuando escribes lo haces siguiendo un guión previamente establecido o simplemente te sientas y comienzas a teclear lo que va saliendo?
Pues… hago las dos cosas depende de qué esté escribiendo. Si lo que estoy escribiendo es un libro, necesito al menos una pequeña estructura que me guíe y evite que me pierda. Si es un relato corto o una reflexión, me dejo llevar.
¿Qué libro(s) estás leyendo ahora mismo?
«Niyura, La Corona de los Elfos» de Jenny – Mai Nuyen
Recomiéndanos un libro imprescindible, uno que no nos podamos perder, el que te llevarías a una isla desierta.
Me llevaría una pentalogía que está por salir de un buen amigo mío: «La Flor de Jade». Creo que con el tiempo estará en lo más alto del escalafón.
También me llevaría una novelita deliciosa con la que disfruté más que con muchos clásicos: «Fugaces», no sé si la conocerás.
Pero si hablamos de libros publicados, no podría elegir uno. Se me vienen a la memoria «El Señor de los Anillos, Crónicas de Belgarath, La Espada de Fuego, La Tierra del Dragón…» y creo que sí, lo mejor que he leído (publicado) hasta ahora: «Canción de Hielo y Fuego».
¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído de niño?
Bufff… Se me vienen a la memoria «La aventuras de los Cinco, Los Hollister, Elige tu propia aventura…», pero sé que leía cuentos con ilustraciones antes que esos. Siempre me gustó leer.
Eres una persona con muchas inquietudes personales, entre las que destaca tu creencia en la fe Bahá’i. Explícanos un poco en qué consiste esta creencia y qué aporta a tu vida.
Seré muy breve, porque uno mismo es quien tiene que descubrir la verdad en su vida. Para mí la Fe Bahá’í es la última de las religiones reveladas enviada por Dios a los hombres. Sé que esto suena muy pomposo y no estamos en una época muy favorable para lo religioso pero desde mi punto de vista y el de muchos otros, esto es así. Para mí es un tesoro, que me gustaría compartir con todo el mundo, pero que soy consciente que es difícil de hacer. Por este hecho, a través de mis libros intento hacer llegar los valores que me transmite: compañerismo, tolerancia, igualdad en diversidad… y tantos y tantos otros.
Por cierto, otro día podríamos hablar largo y tendido sobre lo difícil que resulta escribir la palabra «Dios» con mayúscula y en singular en un libro de temática juvenil, pero eso, mejor otro día.
¿Qué te motiva a organizar y convocar anualmente el concurso “Círculo de Bardos”?
Creo que hay mucho talento suelto por la red. Quiero alentar ese talento. Ahora mismo sólo puedo hacerlo mediante el concurso, pero quizá en un futuro no muy lejano, probaremos algo un pelín más interesante e importante. Te mantendré informado.
¿Qué prefieres, playa o montaña?
Permíteme que me ría. Ya se estaba poniendo muy seria la cosa. Pues… cada cosa tiene su encanto.
¿Un lugar ideal para irte de vacaciones?
Pues… si viviera en Córdoba, te diría que en Garrucha (Almería), pero como vivo en Garrucha, te digo que Córdoba.
¿Cuál es la última peli que has visto? ¿La recomiendas?
En el cine… casi ni me acuerdo. «Viaje al Centro de la Tierra», me pareció muy divertida, me reí mucho.
Unas cuantas de Friki:
¿Sandokán o Spiderman?
Spiderman.
¿Conan o Batman?
Conan.
¿Star Wars o El señor de los anillos?
De primeras, los dos iguales. Si me presionas un poco, El Señor de los Anillos.
¿Indio o vaquero?
Mestizo.
¿Tom Sawyer o Harry Potter?
¿Hay que leerlo? Entonces Tom Sawyer, pero si es para el cine, Harry Potter, sin duda.
Gracias por todo, Esteban. Me ha encantado responder las preguntas.
Bueno, como de costumbre, primero tuve la afición de leer. Mucho, además. Luego, con 13 años, un amigo y yo decidimos empezar a contar historias. Es curioso, Jesús, mi amigo, es un narrador excelente con un trabajo bastante amplio y aún no ha logrado publicar debido a las circunstancias del mercado. Yo he tenido suerte.
En tus obras puede apreciarse una inclinación claramente educativa. ¿Utilizas tus relatos o tu vena de escritor de alguna manera en clase? Sabemos que no eres profe de Lengua y Literatura.
Soy maestro de inglés en primaria. No puedo utilizar mucho mis relatos ni mi vena escritora, pero sí es cierto que la imaginación me ayuda mucho a dar las clases.
Háblanos un poco de tu editorial. ¿Te resultó fácil llegar a publicar “La Elegida”?
“La Elegida” como Venus en su historia, ha tenido un largo proceso desde que salió la primera versión: “La Peregrina” hasta los sucesivos procesos de tamizado y mejora. Llegué incluso a editar una versión bastante diferente hasta que encontré a Edimater y ellos han apostado por mí.
¿Para cuando la continuación?
La continuación está en camino. Está casi terminada y tan solo le estamos dando tiempo. La editorial ha sufrido un proceso de reestructuración y crecimiento, por lo que durante el último año, la novela no ha tenido la distribución adecuada. Por tanto comenzaremos ahora de nuevo para ver las verdaderas posibilidades de la obra. Después saldrá, en breve si nada se tuerce, “Caballero de Dragón” otra novela juvenil de fantasía, esta vez con tintes históricos y, el año que viene, la segunda parte de los cuentos del círculo: “El legado del hechicero”.
Según los datos estadísticos los jóvenes leen menos ahora que antes. ¿Por qué crees que ocurre?
Pues que me perdonen los datos estadísticos, pero me parece que eso no es cierto. Precisamente, acabo de llegar de un claustro y discutíamos maneras de fomentar la lectura entre los niños. Se quejaban los tutores de que la mayoría de los niños sólo leían 5 ó 6 libros por trimestre, algunos, los menos, 9 ó 10 y un pelotón no muy extenso de cola, tan sólo uno o dos… ¿Dos libros por trimestre?, pero si cuando yo era niño leíamos uno y de milagro.
No, no creo que los jóvenes lean menos ahora que antes. El problema, y siempre lo diré, es que se compran menos libros ahora que antes. La tutora, que tiene asignado un presupuesto de 120€, compra la colección entera de la editorial de turno y los niños y jóvenes tienen toda una biblioteca para leer y no necesitan comprar. Es un ejemplo.
Es estupendo recibir esa noticia desde dentro del sistema educativo. De todas formas, ¿qué podemos hacer para que los chavales lean más?
En realidad, una de las cosas que hay que hacer y que a menudo se olvida es que los jóvenes escriban. El proceso lecto-escritor es dual, no podemos pretender que un niño «ame» la lectura si no «ama» la escritura; y ponemos el verbo «amar» entre comillas.
Además de eso… pues hay que intentar que a los niños les guste leer, les guste disfrutar con los libros. Las obligaciones nunca fueron buenas consejeras. No obstante, métodos concretos: abaratar los libros, por ejemplo… Pero no quiero meterme en camisa de once varas. [Sonrío]
¿Confiesa, cuántas horas le echas escribiendo al día?
Escribo muy poco, demasiado poco. Cuando no son los estudios es el trabajo y cuando no un jueguecito de ordenador que me trae de cabeza. [Risas]. Cuando me apetece, no paro. Por ejemplo: «Caballero de Dragón» tardé en escribirlo 14 ó 15 días, justo uno por capítulo. Estaba inspirado y fue un fluir constante después de un par de días de investigación. Sin embargo, «La Elegida de los Dioses» fue un lento peregrinar que duró varios años, a pesar de que las obras tienen extensiones similares. «El Legado del Hechicero», segunda parte de la trilogía va casi por el mismo camino que la primera. Llevo ya un año y sólo tengo poco más de la mitad.
¿Corriges o reescribes mucho lo que escribes?
No, en realidad, si está está y en caso contrario lo dejo. Me explico: cuando tengo la idea clara de un proyecto voy como un tiro y sólo hago correcciones de estilo, tipográficas o algún error sin importancia. Sin embargo también «desperdicio mucho el tiempo» escribiendo por escribir.
¿Dónde encuentras la inspiración?
No hay un lugar ni un momento precisos. Creo que depende, en gran medida, de mi estado de ánimo. Hay veces que me apetece escribir y escribo, otras que no, y hago otra cosa. En realidad me pasa con todas las cosas que me gustan.
¿Y si te asalta un día por la calle, qué haces?
Si me asalta por la calle, no tengo problemas. Me recreo en la idea, le doy forma, la machaco hasta que me parece convincente y cuando llego a algún lugar apropiado, la apunto.
¿Nunca has tenido ideas geniales que se te han olvidado por no apuntarlas?
Uno nunca sabe cuando una idea es genial, pero es cierto que muchas veces se han quedado bocetos en el tintero, sin embargo, creo que acaban volviendo aunque no me de cuenta. Así son las ideas.
¿Quién es la primera persona que lee tus escritos? ¿Sigues sus consejos?
Va por rachas. Hubo un tiempo en que tenía mejor horario y dedicación para escribir; entonces Tobías Grumm era el primero en leer casi todas mis cosas. En otras ocasiones debido a su agenda o a la mía no ha podido ser así, en esos momentos he recurrido a otros amigos de confianza. En alguna ocasión el orondo posadero de la taberna ha sido uno de ellos.
Suelo seguir sus consejos en según que cosas. Me explico; si tú me dices que ese guión no se pone así o que esa palabra no significa lo que yo quiero, te hago caso, que para eso te pido consejo y sé que me dices lo que sabes. Pero, si me dices, creo que esa frase hubiera quedado mejor así, o creo que lo que estás contando es demasiado farragoso… o cosas por el estilo, entonces sopeso tu opinión, la tengo en cuenta, pero no siempre la sigo.
¿Cuando escribes lo haces siguiendo un guión previamente establecido o simplemente te sientas y comienzas a teclear lo que va saliendo?
Pues… hago las dos cosas depende de qué esté escribiendo. Si lo que estoy escribiendo es un libro, necesito al menos una pequeña estructura que me guíe y evite que me pierda. Si es un relato corto o una reflexión, me dejo llevar.
¿Qué libro(s) estás leyendo ahora mismo?
«Niyura, La Corona de los Elfos» de Jenny – Mai Nuyen
Recomiéndanos un libro imprescindible, uno que no nos podamos perder, el que te llevarías a una isla desierta.
Me llevaría una pentalogía que está por salir de un buen amigo mío: «La Flor de Jade». Creo que con el tiempo estará en lo más alto del escalafón.
También me llevaría una novelita deliciosa con la que disfruté más que con muchos clásicos: «Fugaces», no sé si la conocerás.
Pero si hablamos de libros publicados, no podría elegir uno. Se me vienen a la memoria «El Señor de los Anillos, Crónicas de Belgarath, La Espada de Fuego, La Tierra del Dragón…» y creo que sí, lo mejor que he leído (publicado) hasta ahora: «Canción de Hielo y Fuego».
¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído de niño?
Bufff… Se me vienen a la memoria «La aventuras de los Cinco, Los Hollister, Elige tu propia aventura…», pero sé que leía cuentos con ilustraciones antes que esos. Siempre me gustó leer.
Eres una persona con muchas inquietudes personales, entre las que destaca tu creencia en la fe Bahá’i. Explícanos un poco en qué consiste esta creencia y qué aporta a tu vida.
Seré muy breve, porque uno mismo es quien tiene que descubrir la verdad en su vida. Para mí la Fe Bahá’í es la última de las religiones reveladas enviada por Dios a los hombres. Sé que esto suena muy pomposo y no estamos en una época muy favorable para lo religioso pero desde mi punto de vista y el de muchos otros, esto es así. Para mí es un tesoro, que me gustaría compartir con todo el mundo, pero que soy consciente que es difícil de hacer. Por este hecho, a través de mis libros intento hacer llegar los valores que me transmite: compañerismo, tolerancia, igualdad en diversidad… y tantos y tantos otros.
Por cierto, otro día podríamos hablar largo y tendido sobre lo difícil que resulta escribir la palabra «Dios» con mayúscula y en singular en un libro de temática juvenil, pero eso, mejor otro día.
¿Qué te motiva a organizar y convocar anualmente el concurso “Círculo de Bardos”?
Creo que hay mucho talento suelto por la red. Quiero alentar ese talento. Ahora mismo sólo puedo hacerlo mediante el concurso, pero quizá en un futuro no muy lejano, probaremos algo un pelín más interesante e importante. Te mantendré informado.
¿Qué prefieres, playa o montaña?
Permíteme que me ría. Ya se estaba poniendo muy seria la cosa. Pues… cada cosa tiene su encanto.
¿Un lugar ideal para irte de vacaciones?
Pues… si viviera en Córdoba, te diría que en Garrucha (Almería), pero como vivo en Garrucha, te digo que Córdoba.
¿Cuál es la última peli que has visto? ¿La recomiendas?
En el cine… casi ni me acuerdo. «Viaje al Centro de la Tierra», me pareció muy divertida, me reí mucho.
Unas cuantas de Friki:
¿Sandokán o Spiderman?
Spiderman.
¿Conan o Batman?
Conan.
¿Star Wars o El señor de los anillos?
De primeras, los dos iguales. Si me presionas un poco, El Señor de los Anillos.
¿Indio o vaquero?
Mestizo.
¿Tom Sawyer o Harry Potter?
¿Hay que leerlo? Entonces Tom Sawyer, pero si es para el cine, Harry Potter, sin duda.
Gracias por todo, Esteban. Me ha encantado responder las preguntas.
Gracias a tí, mago Srider, siempre es alentador hablar con alguien que tiene inquietudes, y más si ese alguien es educador de nuestros niños.
Pedro Camacho nació en Jabalquinto, Jaén, en 1977.
Estudió Magisterio en su especialidad de inglés en la Universidad de Jaén.
En la actualidad vive y trabaja en el levante almeriense. Siempre con la mente en las nubes, fue ocupando su imaginación con la lectura y poco después con la escritura.
Es el autor de "La Elegida de los Dioses", (Cuentos del Círculo de Bardos I), cuya continuación está próxima a ver la luz.
Además, Pedro es el organizador del Concurso anual de Relatos Círculo de Bardos.
2 comentarios:
Muchas gracias por el interés del Orondo Posadero en este Viejo Mago. He disfrutado mucho viendo la entrevista en esta magnífica posada.
Gracias a ti, Srider.
Me sorprende y reconforta la noticia que nos das sobre los hábitos lectores de nuestros peques.
Ha sido un placer... y seguiremos charlando. :)
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