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viernes, 6 de marzo de 2009

Entrevistando a... Andrés Díaz


Últimamente no abundan los parroquianos por El Buen Pozo Sediento. Puede ser que el frío y la lluvia retraigan a mis clientes habituales y no salgan de casa. Puede ser que el crudo invierno detenga en las grandes ciudades las caravanas de comerciantes. Y también puede ser que el mal humor producido por mis achaques de gota les espante, porque he de reconocer que últimamente ladro más de la cuenta. Así que cuando llegó la expedición, como ellos mismos se llamaban, me sorprendió un tanto.
-¿Tendréis habitación y comida para la expedición? –se presentaron.
Casi me da la risa. El local estaba vacío y el silencio imperaba en la sala. Pero el dolor insoportable agrió la carcajada.
La expedición consistía en tres mozalbetes, flacos como galgos, un par de mulas y un hombre de mediana edad, también delgado y que se llamaba a sí mismo Kull. Él era el explorador.
Comieron y bebieron a placer, pues la bolsa del tal Kull tintineaba alegre. Ya al fuego de la chimenea pude comprobar que los zapatos del buen hombre estaban tan gastados que en poco tiempo asomarían los dedos por delante, por abajo o por cualquier otro sitio. Mucho era lo que debía haber andado ese hombre.
El ambiente era tranquilo, para lo que suelen ser las noches de la posada, y muy pocos clientes se habían acercado a beber un cerveza. Kul se apropió de una mesa y desplegó en ella unos cuantos rollos de papel amarillento e instrumentos de medida. Asombrado me acerqué a curiosear y me percaté de que eran mapas.
Al principio de mala gana, aunque después se fue animando, Kull me fue contando detalles de los lugares que había visitado, de los reinos conocidos y de los reinos por conocer, de las tierras inhóspitas más al sur del Colmillo, de los mares embravecidos e ignotos que había surcado para llegar a islas jamás holladas por el hombre, de las extrañas razas de hombres que habitan más allá de las Montañas de la Luna, de los feroces Orcos Calvos que viven en los desiertos de Angtar…
Mis asombrados ojos saltaban de un mapa a otro y de estos al hombrecillo que les había dibujado. Parecía tan poca cosa, armado con una espadita, flaco, con dedos nervudos manchados de tinta. ¿Cómo pudo sobrevivir a tan largos y peligrosos viajes? Pero lo cierto era que no había duda de que había visitado tan recónditos lugares. Sus explicaciones y relatos de lo vivido eran tan ricos y abundantes, sus argumentos tan convincentes que tenía que haberlo sufrido en persona.
Terminamos los pocos clientes y camareros escuchando los relatos de tan ilustre viajero durante buena parte de la velada. Hasta que un súbito achaque me produjo tal dolor que evitar los gritos me resultaba imposible. Fue el propio Kull quien sacó un ungüento, a base de grasa de tigre, según dijo, que me alivió en parte e hizo que pudiera conciliar el sueño.
Cuando desperté, a la mañana siguiente, me encontré pensando en tan peculiar expedición y en lo costoso que debía resultar estar tantos meses de viaje. Aunque algunos señores y reyes pagasen bien por sus planos, costear tantos días se me antojaba gravoso para un simple explorador.
Y en eso estaba yo pensando cuando bajé a la sala. Me la encontré vacía, con las camareras haciendo la limpieza y nadie más. Ahora entiendo cuánto podía durar una bolsa llena si ésta no se abre nunca. Últimamente mis clientes están cogiéndole el gusto a eso de escabullirse sin pagar de la Posada.
Al menos el pie no me dolía en absoluto, ese potingue de tigre es un milagro.

¿Andrés o Kull?
Las dos cosas. Uno para unas, el otro para otras.

¿Por qué elegiste Kull?
Es uno de mis personajes favoritos porque tiene la fuerza y la potencia de cualquier otro personaje howardiano, pero además es en el fondo un personaje trágico y con dudas existenciales. Todos los personajes de Howard son un poco solitarios, pero Kull es de los más solitarios, y eso lo hace muy interesante. No es el típico guerrero que destroza todo lo que se pone por delante. Incluso llega a perdonar al juglar que le critica con saña. Kull es más sabio de lo que parece y por eso me gusta.

Tienes cuatro novelas publicadas hasta la fecha. La última es “El Imperio contra Dios”, háblanos un poco de ella.
“El Imperio contra Dios” trata sobre una gran guerra estelar entre dos superpotencias: un imperio tecnificado y racionalista, y una religión agresiva y fanática. En la novela aparecen diferentes personajes de uno y otro bando, o simplemente neutrales, con muchas motivaciones distintas, que se ven envueltos en el titánico conflicto.
Es una novela de CF al estilo de la vieja “space-opera” de los pulps, es decir, llena de batallas espaciales, épica y mucha, mucha acción, así como el llamado “sentido de la maravilla”. En ella no encontraréis estudios sobre la física o química de los planetas, ni elucubraciones abstractas sobre la mente y el espíritu. Pero sí aventura a raudales. Viendo el rumbo generalista de la CF actual, es una obra “rebelde” y a contra corriente de lo que se suele publicar. Por otra parte, tampoco es una novela superficial, sino una novela “de personajes”, porque me interesa mucho someter a dichos personajes a fuertes tensiones y ver cómo van desarrollándose y reaccionando. También hay profundidad en la novela, pues en ella aparecen ideas filosóficas y religiosas que me parecen interesantes. Pero todo ello en dosis controladas, porque el primer objetivo es hacer disfrutar al lector con una novela que le tenga enganchado de principio a fin y que se lea “de un tirón”. Mi primer objetivo, siempre, es el entretenimiento puro y duro.

¿A qué público va dirigida?
A todo tipo de público, le guste la CF o no, e incluso también está dirigido al que no lea nada de Género Fantástico o CF. Aunque hay acción y sentido de la maravilla a raudales, también hay temas universales como el amor, la política, la religión, que pueden interesar a muchos. Y por otro lado, procuro hacer los personajes creíbles y atractivos, de tal modo que interesen a cualquier tipo de lector, no sólo a los aficionados a la Fantasía o la CF.

Además tienes otras dos, Los Guerreros Sin Rostro y La Maza Sagrada, que narran las aventuras de Skarrion Gunthar. Háblanos un poco de ellas.
Skarrion Gunthar es un personaje que creé por diversión y la verdad es que “se salió de madre”, pronto me di cuenta de que pedía mucho más que unos cuantos relatos de “espadazos”. Necesitaba su propio universo para crecer y desarrollarse. Al principio hice varios relatos cortos sobre el personaje y la novela corta “Los guerreros sin rostro”. Ese material es el que aparece en el libro “Los guerreros sin rostro”. Después, la editorial me pidió otra novela, ya más larga, y de ahí nació “La maza sagrada”, que está compuesta de un solo bloque, el texto que le da título, una novela larga sin relatos de complemento. Skarrion es un aventurero, un viajero impenitente que en un mundo de aceros ofrece sus armas al mejor postor, porque es un mercenario. Pero al mismo tiempo tiene su propio código de honor, del que no alardea, pero que nunca rompe. El mundo en el que se desarrollan las aventuras de Skarrion es una “copia” del nuestro, en épocas pretéritas, así que le vemos en ambientes parecidos al de la Europa medieval, el Mediterráneo, desiertos arábigos o sabanas y junglas africanas. No sólo Skarrion es el protagonista de sus novelas, sino también los lugares que visita y los pueblos en los que está.


¿Habrá continuación de las peripecias de Skarrion Gunthar?
Por ahora la cosa está difícil, porque la crisis económica ha contraído el mercado editorial de una forma alarmante. Habrá que esperar. Pero de una manera u otra, más pronto o más tarde, Skarrion Gunthar volverá para hacer temblar a su propio mundo y a los lectores que le acompañen.

¿Cuánto le debe Skarrion al Conan de Howard?
Mucho. Conan es un personaje perfecto. Dentro de la Espada y Brujería, o Fantasía Heroica, Conan supone la máxima efectividad. Es un personaje carismático, atractivo por sí mismo, honrado, sencillo y sin embargo profundo. Aparte de ser el guerrero bárbaro perfecto, es tan versátil que lo podemos encontrar en todo tipo de ambientes: kozakis, piratas, reinos civilizados, barbarie norteña, desiertos… Ha sido ladrón, bucanero, mercenario, ha estado dentro y fuera de la ley, y como culmen se convierte en rey del más poderoso país de su época. Y todo ello sin perder un punto de credibilidad y solidez (hablo, lógicamente, de los relatos originales de Howard, no de los escritores que con mayor o menor fortuna continuaron la saga). Para un escritor de FH, el personaje de Conan es insuperable, ha marcado un molde, igual que Tolkien marcó el molde para la llamada “High Fantasy”, molde para muchos otros que de un modo u otro han seguido su estela.
Yo no pretendo copiar a Conan, ni imitarle, porque eso sería un fiasco. Pero sería estúpido negar que hay mucho de Conan en Skarrion, porque nació del molde que creó Howard, de ese tipo de historias. Ese molde me encanta y con toda humildad he procurado seguir la estela. Al mismo tiempo procuro que Skarrion tenga su propia identidad y personalidad, que no sea un clon de Conan. Hay cosas en las que se parece a Conan y otras en las que se diferencia. Por ejemplo, nunca llegará a ser rey porque es un vagabundo integral, sólo dejará de viajar cuando se muera. Además, los personajes secundarios a veces parecen más importantes que él, y entonces el foco no está en el guerrero bárbaro, sino en las gentes que va conociendo. Skarrion va cambiando, al principio es más idealista, pero con el tiempo se va volviendo más cínico porque ya está de vuelta de todo.
Y todo ello, claro está, sin perder un ápice de la potencia que debería haber en una historia de FH.

También has publicado “El Camino del Acero”, en 2006. Una novela fantástica autoconclusiva. Cuéntanos más de ella.
Esta novela surgió del amor que siento por la Antigüedad, en concreto sobre la Grecia Antigua. Para este libro creé un mundo fantástico parecido a esa Grecia épica, un tanto idealizada, y procuré describirla no sólo en cuanto a la guerra, sino también en cuanto a sus instituciones, política, filosofía, costumbres y sociedad… El protagonista es un muchacho de nuestro propio mundo y época que aparece, sin saberse cómo, en ese mundo fantástico, en el cuerpo de un gran guerrero. Vivirá muchas aventuras arriesgadas y al mismo tiempo su forma de pensar irá cambiando, desde nuestro punto de vista moderno, al propio de un mundo cruel y sin embargo fascinante. Me interesaba mucho ese choque de culturas, y ver cómo la propia cultura puede cambiar la mente del individuo. Y al mismo tiempo, el protagonista deberá desentrañar el misterio de su estancia en ese entorno fantástico.

Eres un autor con nombre, dentro de las editoriales nacionales. ¿Te cuesta lograr la publicación de tus novelas o nacen ya con la bendición de la editorial que encarga un proyecto?
Nunca nacen con la bendición, tengas o no un nombre. Cada publicación hay que trabajársela, y el trabajo está en el propio libro que presentas. Los editores se juegan su dinero y prestigio y tienen que hilar fino para acertar (más en estos tiempos difíciles), así que miran con lupa los trabajos que le presentan los autores. Lógicamente si hay un nombre detrás es más fácil seguir, pero hay que escribir cada libro pensando que debe ser tan jodidamente bueno que el editor no se permita el lujo de no publicarlo. Sólo así tienes posibilidades de seguir adelante, porque el mercado es duro, sobre todo para los autores españoles. Aunque han cambiado mucho las cosas, el público en general desconfía de un Pérez o un Martínez y por inercia elige a un Smith o un William, aunque no sepa nada ni de éstos o de aquellos. Ante esto no valen las excusas ni los lloriqueos. Sólo cabe la solución de no rendirse jamás, pase lo que pase, y seguir trabajando para que las cosas cambien.

Cuéntanos un poco cómo fueron los comienzos hasta que lograste publicar la primera novela.
Empecé escribiendo muchos relatos y publicándolos en otras tantas webs y fanzines, incluso cuando Internet era una cosa minoritaria (Qué tiempos…). Timun Mas había iniciado una línea de autores españoles, así que le envié la novela corta “Los guerreros sin rostro”. No esperaba tener éxito, pero me contestaron afirmativamente y de ahí siguió el libro de “Los guerreros sin rostro” y luego “La maza sagrada”. Al mismo tiempo seguía escribiendo otro tipo de novelas y probando en muchas otras editoriales. De todo esto salió que Ábaco publicara “El camino del acero” y Equipo Sirius “El Imperio contra Dios”. El que haya publicado cuatro libros no es algo increíble o misterioso, creo simplemente que se trata de escribir y luego enviar a diferentes editoriales, es el método más sencillo y directo y a la larga funciona para todo el mundo.

También has participado con notable éxito en varios comics: “El Espartano” y “La mujer de las sombras”. ¿Dónde los podemos encontrar?
“La mujer de las sombras” me temo que es ya inencontrable. Fue publicado primero en una revista no profesional que yo co-editaba, “Sangre y Acero”, y también fue publicada en un cómic de Fantasía Heroica de Planeta, el año que quedó finalista en los Premios de Cómic Bárbaro. Pero ya ni recuerdo qué cómic era ese.
“El Espartano” puede encontrarse en el catálogo de la editorial Aleta: http://www.aletaediciones.com/Galerias/espartano/galeria_espartano.htm

¿Qué has escrito últimamente y en qué estás trabajando ahora?
Ahora estoy metido en una nueva saga de Fantasía Heroica e intriga, con un aire muy de la Antigüedad, de la que tampoco quiero comentar mucho para no destripar nada.
También tengo en mente volver a guionizar comics, en concreto con Fernando Vicente, alias Nando, un autor español profesional que ya ha publicado sus obras en el extranjero. Será una saga de 4 ó 5 álbumes en un ambiente de Espada y Brujería, más medieval. Esperamos poder llevarla al mercado europeo, es decir, francés, pero por ahora estamos en unas etapas muy tempranas y ya veremos cómo se va desarrollando el proyecto.

¿Habrá alguna publicación tuya próximamente?
En ello estoy. Es bastante probable que en uno o dos años vuelva a aparecer libro mío, pero como ya dije antes ahora el mercado está hecho polvo debido a la coyuntura económica general y las editoriales se reprimen de editar tantas novedades como en años anteriores. Pero más tarde o más temprano la época de vacas flacas terminará y entonces volveremos a coger el ritmo que todos queremos.

Según las últimas estadísticas, el índice de lectura infantil es elevado, pero se ve reducido al llegar a los 13-14 años. ¿Deja de interesar la lectura a los adolescentes?
Es la primera noticia sobre ese tema que tengo. De hecho, yo creo que es al contrario. La literatura juvenil (no exactamente infantil, sino dedicada a un público adolescente) creo que está viviendo un momento glorioso. Sagas como las de “Crepúsculo” o “Harry Potter” han conseguido que millones de niños y adolescentes disfruten leyendo (en mi época de chaval no había las sagas de Fantasía para niños que hay ahora. Qué envidia me dan estos pequeños de la actualidad…).
Creo que la lectura siempre interesa, cuando uno encuentra un libro interesante. Han surgido autores que han revolucionado el mercado de Fantasía para niños y adolescentes y confío en que luego todos esos chicas y chicas sigan leyendo, enganchados a otros libros que les gusten.

¿Qué crees que podemos hacer para fomentar la lectura de los chavales?
No obligarles a leer El Quijote o La Celestina, porque son lecturas para las que no están ni preparados ni motivados y que sólo se disfrutan cuando ya se tiene un bagaje de años en la literatura. Creo que en las escuelas los chavales deberían empezar leyendo Hucleberry Finn o Tom Sawyer, o libros modernos como la saga de Harry Potter. O incluso cómics; ¿por qué no? La cuestión es crear el hábito de lectura en ellos por placer, no por obligación. La literatura debe ser en primer lugar una distracción, una fuente de gozo en sí misma. La palabra misma “Literatura” hace pensar a mucha gente en una disciplina académica, polvorienta, de viejos catedráticos de rostro severo. Pero la Literatura no tiene por qué ser algo trabajoso ni farragoso. Habría que enseñar a los niños que la Literatura es un juego, un disfrute. Los chavales deberían leer obras hechas para entretener y divertir, libros de aventuras y magia, pulps, etc. Y después, en pequeñas dosis, empezar a enseñar la Literatura “con mayúsculas”, la de los clásicos. Pero obligar a chavales de BUP (o el equivalente de ahora) a leer el Quijote y luego hacer un análisis de texto me parece un crimen, porque van a acabar odiando una magnífica obra sólo porque les obligan a leerla cuando no están motivados. No pueden apreciar la maravillosa obra de Cervantes o Quevedo simplemente porque no están preparados para ello. Y de ahí viene mucho del odio hacia la idea de “libro” en sí, como si fuera algo pesado y aburrido. Yo doy la bienvenida a todos esos best-sellers infantiles y juveniles que aparecen como setas. Gracias a ellos los chavales empiezan a leer y son la semilla de los amantes de la Literatura del mañana.

¿Cuántas horas le echas escribiendo al día?
Procuro escribir como mínimo una hora. Lo que pasa es que planifico mucho antes, para no caer en el bloqueo, así que a una hora le saco el mismo partido que a dos o tres de otras épocas.

¿Corriges o reescribes mucho lo que escribes?
No. Creo que se debe hacer una sola corrección porque si uno se envicia con las correcciones, jamás acaba. Siempre hay algo que corregir, aunque lo hayas repasado mil veces. Además, hay que mantener la espontaneidad, dejar que quede “como te salió”, sin quitar o añadir mucho. Esa única corrección debe ser sobre todo para acabar con los errores ortográficos, de expresión, o fallos de trama y argumento, no para cambiar tu estilo. Además, las editores suelen hacer sus correcciones ortográficas y luego tú tienes que repasarlas para dar el visto bueno, así que al menos una más siempre vas a hacer (si te van a publicar la obra). No recomiendo a nadie que se enfangue en correcciones sin fin. Una y no más, Santo Tomás.

Fantasía o CiFi… ¿qué prefieres escribir?
Aventura, ya sea en ambientes de Fantasía o CF. Cambia el envoltorio, pero el fondo es el mismo, sean lasers o espadas. Ambas cosas son Género Fantástico. Pero si hubiera de afinar, prefiero la espada, el acero. Amo la Espada y Brujería.

¿Y leer?
También mi favorito es lo épico, en ambientes “de espadazos”, como suelo decir. Por ejemplo, leo mucho ensayo de historia militar, porque me gusta mucho y además me ayuda a documentarme.
El resto de lecturas, pues de todo un poco: clásicos de Literatura, novela negra, Fantasía, CF… No funciono por géneros, sino de manera intuitiva (supongo que como casi todo el mundo), según me apetezca leer unas cosas u otras.

¿Eres de los que llevan lápiz y papel en el bolsillo por si de repente surge una brillante idea, o de los que cree que recordará esa genial idea y luego la olvida por siempre jamás?
No, no suelo llevar lapiz y papel. De hecho, no suelen ocurrírseme grandes ideas mientras hago la compra, voy al banco u otras labores cotidianas. He leído que hay escritores que funcionan así, pero nunca se me ha ocurrido nada de manera “casual”, en los momentos más insospechados del día. Normalmente hago un trabajo “consciente” y premeditado de creatividad. Suelo empezar cerrando los ojos y pidiéndole a mi subconsciente que me guíe sobre las tramas o argumentos, sólo eso, y después trato de estar en un lugar tranquilo para trabajar sobre ello, normalmente con papel y bolígrafo. No se trata de hacer meditación trascendental o esoterismo extraños, (aunque la meditación con un objetivo es una fantástica manera de buscar soluciones a muchos asuntos, incluido el de escribir un libro), simplemente trato de sacar del fondo de mi mente, del archivo de todo lo que he leído o visto, ideas que me ayuden. Este método siempre funciona: a veces pasan unos minutos y luego de pronto se me empiezan a ocurrir cosas en tropel, sin que pueda parar. Sobre todo veo muchas “imágenes” y escenas, más que argumentos sólidos y ya estructurados, y procuro hilvanarlas para crear una historia.
Lo que suelo hacer es sentarme en una habitación, solo, con papel y bolígrafo, y escribir sin tratar de controlar nada, escribir lo primero que se me ocurra: nombres, esquemas, diálogos, esbozos de tramas o escenas… Puede parecer caótico, pero poco a poco va emergiendo la historia. También puede hacerse sin papel y boli, sólo pensando, o escribiendo en el ordenador, pero yo lo prefiero de esa manera. Prefiero tocar el teclado sólo cuando la historia ya esté totalmente estructurada, pensada y documentada, para evitar los bloqueos. Si te bloqueas lo peor es quedarte mirando la pantalla como un bobo. Es mejor coger papel y boli y escribir lo primero que se te ocurra, sin ideas preconcebidas. De ese modo vuelves a estar “conectado” con tu parte creativa.
Pienso que la creatividad no es algo que venga y vaya al capricho de las musas. Es una función más de nuestra mente, como la memoria, y se puede fortalecer igual, mediante el ejercicio continuado. Maxwell Grant llegó a escribir 28 novelas de La Sombra al año, incluso llegó a escribir novelas en 4 días. Según decía, al principio pensaba que no podría hacerlo, pero se dio cuenta de que cuanto más escribía más fácil le resultaba crear nuevas tramas y argumentos, de hecho no podía ya parar de crear.
Cualquiera puede ser escritor, compositor, publicista, guionista o cualquier otra labor creativa. La gente piensa que estos individuos están “tocados por las musas”, son bohemios, gente rara… En mi opinión, son gente que ha explotado las funciones creativas de su mente. Siempre hay grados y mayor o menor talento, pero todo el mundo, a su manera, puede hacerlo.

¿Quién es la primera persona que lee tus escritos? ¿Sigues sus consejos?
Por regla general no suelo dejárselos a nadie, aunque he hecho alguna excepción con gente en la que confío por fijarse en detalles de trama y argumento que a mí se me pasan. Pero en cuanto al estilo o los argumentos y personajes, no me fío de nadie, sólo sigo mis propias inclinaciones.

¿Cuando escribes lo haces siguiendo un guión previamente establecido o simplemente te sientas y comienzas a teclear lo que va saliendo?
Bueno, sobre esto ya hablé antes. Es fundamental, antes de empezar la primera palabra de la novela, tenerla completamente estructurada, documentada y preparada, hasta el más mínimo detalle. Has de tenerla completamente clara en tu cabeza, sin fisuras. De ese modo sólo tienes que preocuparte de pasarla al papel con tu propio estilo, no de hacer esa labor pesada que ya debes haber hecho antes. Así, disfrutas más. Por supuesto no debes ser excesivamente rígido, a veces la propia novela te “pide” cambios. Debes ser siempre intuitivo y dejar que tu propia mente te guíe. Es como una batalla: hay que tenerlo todo planificado antes de empezar, pero luego ser flexible en el desarrollo. Todo esto contado parece confuso, pero al hacerlo es mucho más sencillo. Como montar en bici.

¿Cómo ves el panorama de la literatura fantástica a nivel nacional?
Bien. Cada vez es más fácil publicar para la gente española, pero eso no quiere decir que sea fácil, sólo “más fácil” que antes. El lector aún tiene un fuerte complejo de inferioridad y piensa que lo extranjero ha de ser mejor por fuerza. Ante eso sólo queda seguir luchando. Ahora hay oportunidades, cosa que antes era muy difícil. Además, Internet permite a la gente publicitarse mejor y más rápidamente, y hay muchas editoriales pequeñas a la que no les importa publicar a gente española, menos conocida.

¿Crees que con el uso de las nuevas tecnologías (blogs, libros electrónicos, etc) se mejorarán las oportunidades para los autores nóveles, desconocidos o nacionales?
Por supuesto. Antaño, uno tenía que publicar en fanzines de fotocopias y su difusión era patética y ridícula, si la comparamos con la Red Universal. Ahora, un escritor puede publicar sus relatos en decenas y decenas de págs. web con un alcance literalmente mundial, y por tanto puede darse a conocer mucho mejor.
En cuanto al libro electrónico, yo prefiero el papel siempre, y el 90% de los lectores también. Pero si ha de venir tendremos que adaptarnos todos a él y sacarle el mejor provecho, no hundirnos en lamentaciones inútiles. Ante las nuevas realidades, uno debe adaptarse a ellas.

¿Qué libro(s) estás leyendo ahora mismo?
Ahora leo mucho cómic europeo, sobre todo cualquier cosa guionizada por Van Hame (junto con el fallecido Charlier, son mis guionistas referentes), pues me enseñan a hacer mis propios guiones. En cuanto a libros, leo periódicamente ensayos sobre la Antigüedad y la Edad Media. Lo último en literatura es la tetralogía vampírica de Crepúsculo, de S. Meyer, que acabo de terminar.

Recomiéndanos un libro imprescindible, uno que no nos podamos perder, el que te llevarías a una isla desierta.
Hay tantos… Para una isla desierta, me llevaría El Quijote y El Buscón, así como La Biblia, y un compendio de toda la obra de Nietzsche. El que nunca me olvidaría sería “Almuric”, de Howard, mi obra favorita de FH.

¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído de niño?
Los libros de la colección “Alfred Hitchcock y los 3 investigadores”. Me encantaban.

¿Qué prefieres, playa o montaña?
Ante esa pregunta, la montaña.
Pero es que la pregunta es capciosa, jejeje… Odio la playa, pero amo el mar. Y cuanto más solitario, mejor.

¿Un lugar ideal para irte de vacaciones?
Una casa rural en una montaña solitaria, con un camión lleno de libros y un ordenador portátil.

¿Cuál es la última peli que has visto? ¿La recomiendas?
La última que he visto es X-Files: Lo importante es creer, pero no la recomiendo porque me pareció un bodrio. En cine, lo último que fui a ver fue 007: Quantum of solace, que me gustó. No soy muy “cinero”, aunque cuando estrenen Watchmen seré el primero en la cola para entrar.

¿Acero Cimmerio o espada láser?
Acero cimmerio.

¿Sandokán o Spiderman?
Sandokán.

¿Conan o Batman?
Conan.

¿Star Wars o El señor de los anillos?
El Señor de los Anillos.

¿Indio o vaquero?
Blueberry.

¿Tom Sawyer o Harry Potter?
Tom Sawyer, mil veces más. Harry Potter es un soso.

Muchas gracias, Andrés. Eres un experto explorador y un fantástico escritor.

Andrés Díaz Sánchez, Madrid, 1973. Ha estado siempre muy influencíado por los autores clásicos de aventura, ciencia ficción y fantasía. Su andadura literaria comenzó en el mundo amateur, donde participó en numerosas publicaciones con sus relatos y guiones de comic. Su participación como guionista dio sus frutos con la historieta La mujer de las sombras, segundo premio del Certamen de Comics Bárbaros de Planeta de Agostini ( 1999). También fue guionista del comic de Fantasía El Espartano (2004 Aleta Ediciones). Su salto literario profesionalmente llegó con la novela de fantasía Los guerreros sin rostro ( Planeta), a la que siguió La Maza sagrada( Planeta 2006). El camino del acero (Abaco 2006) fue su tercera incursión literaria en el Género Fantástico. El Imperio contra Diós es su cuarta novela y por primera vez aborda el campo de la ciencia-ficción , con enfrentamientos en el espacio e intrigas políticas entre culturas alienígenas , con un cuidado tratamiento de los personajes.

2 comentarios:

José Luis dijo...

Magnífica entrevista, STB.

François de Fronsac dijo...

Me alegro de volver a saber cosas de Andrés, cosas personales, pues le sigo por otros muchos lugares.