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sábado, 26 de diciembre de 2009

La Maza Sagrada, de Andrés Díaz


Título: La Maza Sagrada

Compré este libro casi de saldo, creo que en Cyberdark. Sabía que me iba a gustar y me felicito por no haberme equivocado.
Es un libro de aventuras. De AVENTURA, así, con mayúsculas. El protagonista, Skarrion Gunthar, es quien nos conduce a lo largo de todo el libro, imbuyéndonos poco a poco su amor por lo desconocido, por la aventura, por la lucha. Este libro es una aventura contínua, en el que Skarrion vive la vida como él ha elegido vivirla; las pasa canutas, vence, pierde, lucha, ama, descubre maravillosos parajes... y nunca tiene suficiente.
Por fin un libro de aventuras en que el esforzado protagonista no es un sufridor, sino un aventurero nacido para la aventura.
Como el propio autor nos contaba, hace mucho, se percibe cierta inspiración en Robert E. Howard y en sus personajes Conan y Kull. Hay ciertos matices que beben de las fuentes de Howard directamente, haciendo las delicias de los lectores aventureros.
La novela en sí tiene dos partes perfectamente reconocibles. En la primera, Skarrion hace las veces de explorador y luchador solitario. Y en la segunda de soldado casi de fortuna, aunque él lucha porque es lo que le pide la sangre.
Así pues, en la primera parte descubrimos el mundo de los Unzas y alrededores, con una riqueza y una profundidad más que suficiente para que nos encontremos dentro del libro sin problemas, viviendo cada paso hacia el Valle Maldito. En esta parte llegó a desesperarme la facilidad con que cae inconsciente el prota una y otra vez. Un recurso que queda un poco manoseado.
Y en la seguda... ¿Os gustan las batallitas? ¿Las luchas? ¿Las tácticas militares? ¿El despliegue de ejércitos? A mi me fascina, por lo que es la parte que más me gustó. Lucha, sangre, espadazos... una delicia.
Este libro se lee de manera rápida y fácil. Y con él tenéis unas cuantas horas de diversión asegurada.
Os recomiendo que lo compréis, no sea que se descatalogue. Yo el mío no lo presto.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Prosofagia nº 5



Llega una nueva entrega de esta estupenda revista: Prosofagia.
¿Qué deciros que no haya dicho ya?
Yo me descargo todos los números y me la leo de arriba abajo. Es un placer.


Que paséis todos una estupenda noche con vuestra familia y seres queridos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

La cena de empresa


Ayer tuve la cenita de empresa. Me volvió a pasar.
Antes de salir, mientras ajustaba el nudo de la corbata, me juré una y otra vez que no pasaría de la segunda caña antes, y de la segunda copa de vino en la cena. Y luego nada de nada. Agua.
Empezamos con los chascarrillos del año que ya acaba, con los consabidos chismorreos malpensados de la oficina, los supuestos rolletes de alguna secretaria y las visitas secretas al archivo de ciertas "oficinistas y oficinistos". Cayeron tres o cuatro cañas, y antes de la cena ya estábamos los cuatro amiguetes algo graciosillos, que si la Maripuri está cada año más buena, que si vaya melones se ha puesto la niña de la segunda planta...
Durante la cena recuerdo los langostinos... y una especie de sopa. Poco más. Bueno, sí: vino blanco, rosado y luego tinto. Al principio lo tomábamos en copas, pero luego degeneró la cosa y acabamos brindando con la botella de champán, con la servilleta anudada en la cabeza y la corbata floja. Comenzaron los cánticos regionales, los villancicos y los chistes verdes.
Don Ramón tuvo que mandarnos callar para poder hacer su discurso. En ese momento, el señor Director General me pareció que tenía la cara más chistosa del mundo y no podía parar de reir. Menos mal que mi compañero me agarró del cuello y me llevó a refrescarme la cara.
Ya fresquito, con la corbata en el bolso y los zapatos remeados, volvimos a la mesa y nos sumamos a los postres, al café, copa y puro.
Desde la mitad del puro en adelante tengo una nebulosa lejana sobre los acontecimientos. Sé que acabamos en una discoteca, bailando, haciendo corro a la Maripuri y a la niña de la segunda planta. Nos tomamos todas las copas que pudimos tragar y que no derramamos de puro patosos que íbamos. También le entramos a las chicas de contabilidad, a la secretaria de Don Ramón y hasta a la chica del ropero.
Al final de la noche, borracho como un piojo, conseguí meterme en un taxi y enseñarle mi DNI al conductor. Me dormí en el trayecto.
Cuando me desperté, zarandeado por el taxista, no quise bajarme. Pensé que el hijoputa me había llevado a la calle de los puticlús, todo lleno de luces rojas y azules, parpadeantes.
El buen hombre tardó en convencerme de que eso no eran puticlús, sino las luces navideñas de mis vecinos. Siento enormemente la pota que le eche en el asiento trasero.
Al entrar en casa, me fijé en la fachada del vecino: tenían al pobre Papanoel ahorcado, colgando desde una ventana. En mi casa también somos más de Reyes Magos, pero no somos tan radicales.
Conseguí entrar y desplomarme en el sofá. No hubo güevos a subir y despertar a mi santa esposa. A ver qué le iba yo a contar... lo de que estos cabrones de la oficina me han liado ya no cuela. Me pasa todos los años.
Y el lunes a ver con qué cara entro yo en la oficina y le digo: buenos días, Maripuri, ¿algún mensaje?


¡¡Felices fiestas a todos!!

viernes, 4 de diciembre de 2009

Con vida propia

No suelo hablar mucho de cómo escribo. Más que nada porque considero que aún estoy aprendiendo (y lo que me queda) y prefiero leer sobre cómo escribir, que escribir sobre cómo hacerlo. Pero hay patrones que se repiten en el proceso que sigo y es curioso.

Ya he aprendido que una obra larga (novela) no puede escribirse (yo no, al menos) sin un guión, sin un mapa, sin un esquema previo que marque las etapas y los diversos puntos. Sin ese esquema, me ocurre que empiezo a escribir y me lio me lio me lio para no llegar a ninguna parte generalmente. Y las novelas tienen que acabar en algún momento, o al menos saber adónde van.

Pero muchas veces ocurren cosas.

En la novela que estoy trabajando voy avanzando según el esquema mencionado anteriormente. Un esquema que tengo preparado, pensado y dividido en capítulos, partes, etc. No va todo lo deprisa que quisiera, pero no tengo más tiempo, así que me conformo.

Acabada una primera parte, unos 80 folios, lo imprimí y lo leí para saber cómo iba, qué impresión me causaba. Al leerlo he detectado ciertas cosas que quiero corregir y alguna cosilla que cambiar, hasta ahí normal. Además detecté que los hilos argumentales eran un poco escasos, nada importante si son lo suficientemente fuertes como para aguantar el peso, pero creí necesario añadir algo más, un nuevo hilo.

Así que me puse manos a la obra y creé un nuevo personaje, una nueva historia que se entrelazara con los demás hilos. Me gusta el resultado, el personaje y la nueva trama que añade a la historia, que además entronca con la continuación de la novela (hombre, claro, ya tengo en mente la continuación y la continuación de esta). Pero en la segunda parte de la novela, este hilo se separa momentáneamente de los demás y me obliga a crear una trama aparte, completamente nueva y separada de las demás. Esto trastoca el guión, que aunque es flexible como un chicle y se adapta a todo, no veo la manera de colocar esta nueva historia dentro de los capítulos.

Al final encajará, claro. O eso espero. Pero como siga escribiendo a este ritmo, se me subleban los personajes y cambian la historia por su cuenta.

¿No os ha pasado nunca que tenéis pensada una trama y los propios personajes la cambian?

Si es que tienen vida propia, y lo que no está ya escrito lo pueden cambiar con una facilidad pasmosa.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto: En defensa de los derechos fundamentales en Internet

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Si quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.