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martes, 27 de septiembre de 2011

La historia continúa... con recortes

Se abre el nuevo curso y, tal como prometía la cosa, la historia continúa en otro sitio, con otros chicos.
Para variar, este año estoy en una gran ciudad, en un macro-instituto. He pasado de un pueblito, 60 alumnos y 9 profes, a una ciudad, 500 alumnos y 72 profesores. La cosa no debería ser tan diferente, pero todo se complica con tanta gente y tanta burocracia. El trato no es malo, pero no es el que teníamos el año pasado...

Los chavales son como siempre: demasiado pequeños, demasiado vivos, demasiado desilusionados, demasiado sobreprotegidos, demasiado resabiados, demasiado insolentes, demasiado divertidos, un cajón desordenado de hormonas... vamos, lo normal en la pre y en la adolescencia.
Al repasar los expedientes académicos se me cae el alma a los pies. El sistema educativo hace agua por demasiados sitios a la vez. Hay chicos que promocionan por imperiativo legal, aunque no alcancen los objetivos de la etapa anterior, porque por ley no pueden repetir más... Y no digo que la solución sea repetir eternamente, pero subir de curso es descabellado.
Me encuentro chavales que apenas saben leer y escribir su nombre, ANCES y ACNEES que se escapan a mi capacidad y a mi formación. Yo no soy maestro, soy profesor. Y no hay apoyos.
Puedo explicarle a un alumno cualquier cosa de un sistema hidráulico, la ley de Ohm, curiosidades de los aceros, los plásticos y las energías... pero si ese chaval no sabe ni leer, ¿qué coño hago yo?
A esto llevan los recortes.
Y mira, debo ser el único profe que está deseando que le aumenten la jornada. Que con media jornada llega para muy poco y con tanto viaje, al precio que está el gasoil...
Ay, lo bien que estaba en el pueblico.



martes, 13 de septiembre de 2011

Señores del Olimpo, de Javier Negrete




Título: Señores del Olimpo
Autor: Javier Negrete

Siguiendo con mis lecturas ambientadas en la grecia arcaica y su mitología, he dado buena cuenta de esta estupenda novela de uno de mis escritores favoritos.
El trasfondo es mitológico: Zeus, Ares, cíclopes, gigantes, el monte Olimpo... Sí, pero es toda una una novela de aventuras, de acción, de fantasía, en la que los personajes son los propios dioses del Olimpo y sus adversarios (otros seres no menos poderosos).
Rezuma magia, encandila por su sencillez y sorprende por la certera adaptación de los mitos clasicos a las necesidades del relato. Cuando un apasionado profesional vuelca su entusiasmo se nota, y cuando ese profesional es, además de un escritor de probada habilidad, un experto en lo relacionado con la mitología griega... pues sale un novelón como este, ganador del premio Minotauro 2006.
Me entusiasma leer novelas de fantasía lejos de los prototipos y de los clichés tan abundantes y manoseados habitualmente. Aquí no hay elfos ni druidas ni bárbaros (bueno, alguno sí) ni magos... anillos sí, pero en nada tienen que ver con el "anillo" que todo el mundo conoce.
Me ha gustado mucho, bastante más de lo que esperaba, por las misma razones que Hijos de Heracles de Teo Palacios. Estar puesto en antecedentes ayuda mucho a meterse de lleno y sin dudas en la trama y en el relato.
Absolutamente recomendable.
Y como no he tenido suficiente de Javier Negrete, voy a por la tercera parte de la saga de Tramórea, que llevo retraso ;)

martes, 6 de septiembre de 2011

Hijos de Heracles, de Teo Palacios


Título: Hijos de Heracles (El nacimiento de Esparta)
Autor: Teo Palacios

Hay veces que quieres leer un libro, que lo tienes encima de la mesilla preparado, pero que ocurren cosas que no te dejan hacerlo. Me pasa muchas veces, porque son muchos los libros que quiero leer y no tengo tiempo para todos.
Pero algunas veces, estos sucesos imprevistos (regalos de libros aún más deseados, olvidos en viajes, decidir leer algún otro antes...) hacen que sea una feliz coincidencia. Y me explico.
Mi formación siempre ha estado más ligada a los números que a las letras, por lo que mis conocimientos de mitología griega y de historia antigua de la civilización griega se limitaban a cuatro tópicos típicos (partenón, Atenas, Zeus, Olimpo y Afrodita, poco más). Eso hasta este verano.
En la novelilla que me traigo entre manos decidí cambiar la ambientación y abandonar los mapas imaginarios para ubicarla en una época y contexto "algo histórico" aunque sin abandonar la fantasía. El contexto elegido fue la grecia clasica antigua, antes de Roma. No quiero escribir otra historia de espada y brujería de ambientación medieval. Así, como no tenía ni repajolera idea de los dioses, organización social, moneda, unidades de medida, etc, este verano he leído cuantas referencias y libros relacionados con la mitología clásica y la historia griega clásica que han caído en mis manos, en papel y en internet. Ahora, no soy un experto en el tema, pero sé de qué me están hablando cuando se mencionan a Gea, Apolo Febo, Atenea, Rea, Cronos, el ática, los homoioi, los ilotas, lacedemonia, el Ponto Euxino y un buen número de titanes, olímpicos, etc.
En ese contexto, me di cuenta que el libro que tenía empezado (y abandonado) en la mesilla se titulaba: "Hijos de Heracles". Y me dije... Heracles, uno de los héroes más famosos, elevado a la altura de los dioses olímpicos a su muerte (según algunas fuentes) y antecesor de las dinastías que crearon y gobernaron Esparta.
Y en este contexto volví a empezar el libro.
Cuando los nombres de los dioses a los que rinden culto los protagonistas y las numerosas referencias histórico-mitológicas no son una traba, sino una alusión a algo que ya conoces, la lectura se convierte en una actividad fantástica, divertida. He tenido la sensación durante toda la lectura de estar leyendo la continuación de una saga que ya hubiera empezado hace tiempo.
Esta novela se lee de manera fácil y amena. No hay párrafos enormes que te dejen sin respiración, la puntuación es precisa, la información la justa. Se mezclan extraordinariamente los datos y hechos, más o menos históricos, con el devenir de los protagonistas, con la aventura, con sus luchas (internas y a espada). Se ve que hay un gran trabajo detrás para condensar la obra y no perder ni un ápice de lo que contaba, para hacerla adecuada a la lectura del lector de novela histórica y del lector de fantástico.
¿De qué va? Pues de Esparta y de espartanos, de sus reyes, de su forma de vida, de su ejército. Pero no habla de la Esparta de "300", no. Habla de la Esparta arcaica, del periodo que le llevó a ser la ciudad más respetada y con el ejército más respetado y temido de toda la Grecia histórica. En esta novela, los Espartanos pierden más batallas de las que ganan.
Acción, intrigas, traiciones, amor, batallas. ¿Qué mas se puede pedir a una novela?
Una excelente especulación histórica de Teo Palacios.