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miércoles, 10 de diciembre de 2008

Lealtad recompensada con...


Leo esta noticia en 20 minutos. Unos cachorros permanecen junto a su joven amo, de tres años, y con su calor consiguen que no la palme en una noche fría, en medio del bosque. Eso se llama lealtad.

Cualquiera de nuestros perrillos lo haría. Son muchos los casos parecidos y las anecdotas que ponen de manifiesto la inquebrantable lealtad que une a los perros con sus amos. No importa lo que les digamos, que les castiguemos, que nos olvidemos de su paseo o de su comida, ellos siempre se muestran contentos de vernos.
Lealtad recompensada con palos, con patadas, con abandono, con cadenas, con tristeza, con peleas a muerte, con enfermedades, con atropellos, con veneno...
"Es que ellos no piensan". Precisamente por eso me resulta más incomprensible cuando veo perros abandonados, maltratados, muertos en la cuneta de cualquier carreterucha que no han conseguido atravesar, de regreso a su hogar, tras ser cobardemente abandonados en cualquier gasolinera o monte...
Por eso, estas navidades:
NO REGALES ANIMALES.
Regala un libro, que come menos y no hay que sacarle de paseo tres veces al día. Y en vacaciones le puedes dejar tranquilamente en la estantería.