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martes, 26 de mayo de 2009

Indignación

Que no, que no me he olvidado de vosotros, ni del blog.
Aunque no suba nuevas entradas, que no.
Ando algo liado y bastante (BASTANTE) quemado. Cabreado, vamos.
Muchos sabéis que el gordo posadero es opositor, o lo era, o lo será o yo qué sé.
Por estas fechas hará ya un año que penqué como un lerdo, como un pardillo. Una lista, informatizada o en papel, que para el caso es lo mismo, te informa de que has sacado un 3 y ya. Que puedes reclamar, pero que te va a dar igual, que salvo que se hayan equivocado al sumar y sea muy evidente, aquí no da la cara nadie. Y lo peor de todo es que hice los exámenes de mi vida, me cayeron los temas que mejor me sabía y nunca me irá mejor en ese aspecto, porque en resultados peor no me puede ir en futuros años.
Pasado el tiempo, a través de un amigo profe, he tenido noticias del presidente de mi tribunal, del que me examinó, del que me suspendió. Y aquí es cuando ardo, cuando pierdo el temple y me puede la mala hostia, me acuerdo de la puta que parió a panete y me cago en sus mulas toas.
He conocido los impresionantes criterios que guiaron el sabio proceder de los ínclitos miembros de mi tribunal, las regias directrices de tan excelsos profesores, de tan magníficos profesionales y de tan competentes futuros compañeros. En su vida no sé lo que harán. En su profesión se merecen el nobel, el oscar y el toisón de oro, además de la máxima condecoración que otorgue la legión francesa y el puticlub de la esquina de su calle, donde van a recoger a su madre cuando salen del trabajo.
Resulta que los señores profesores consideraron negativamente a aquellos opositores que eligieron temas (de entre los disponibles y que están incluidos en el temario), que eligieron temas, digo, que ellos no controlaban. Es decir, que a aquellos que hicimos un tema con un poco más de nivel de 2+2, digamos 2x2, resulta que nos valoraron NEGATIVAMENTE. Con dos cojones. Y estos son profesores.
Pero aquí no acaba la cosa, no. Resulta que había ciertos aspectos novedosos, según la reciente ley de educación, etc, que ellos desconocían. No sé si por desinterés, por memez, por saca la ley que te salga de los güevos que yo ya tengo plaza y de aquí no me sacan ni con agua caliente, por incapacidad mental o por falta de tiempo, que los pobrecitos están muy muy liados con tanto niño. El caso es que en la exposición oral... ¿adivináis? Síííí. Valoraron negativamente a los que nos ceñimos a la ley vigente y tratamos aspectos nimios como uno de los pilares de la ley de educación: las competencias.
Para mear y no echar gota.
Lo peor es que cada tribunal tiene sus propios criterios. Y me imagino que cada uno tendrá convincentes criterios como el que me tocó en suertes (en malasuertes). Y peor aún, nuestros hijos están en manos de estos ineptos, que tienen plaza de profesores y no serían capaces de enseñar cómo atarse los zapatos si les cambias el color de los cordones.
En la próxima oposición intentaré parecer un perfecto gilipollas, a ver si por mimetismo o por corporativismo consigo sacar un cinco.
Perdonad la brasa que os he dado hoy. Necesitaba rebajar la tensión acumulada antes de buscar mis guantes de boxeo, no sea que tire algún tabique de mi casa. Es que manda güevos.
¿Y si no controlasen ninguno de los temas que caen en el sorteo? Porque les hay difíciles...
Es vergonzoso.

4 comentarios:

Martikka dijo...

Entiendo tu rabia, pero ante esas condiciones ¿qué puedes hacer? El no ceñirse a lo establecido no está premiado en nuestra sociedad, y lo has comprobado en tus carnes. Paciencia y suerte para otra vez, si decides presentarte. Pero ahora ya sabes en qué terminos, al menos es una ventaja frente a otros.

Un abrazo.

Tifa's dijo...

A mí me sucedió algo parecido la primera vez.
De todos modos, no creas que cada tribunal tiene su criterio. los criterios vienen dados desde las consejerías, cosa aparte es que te hayan tocado en suerte uno inútiles, vagos y "petardos" por no usar otra palabra que solo valen para ser usados de diana.
Ánimo, sé por dónde has pasado y cómo te sientes. Sólo puedo estar contigo y que la próxima vez -si la hay- salga mejor.

Un abrazo.

Esteban González García dijo...

Sí, la habrá, la habrá. A burro no me gana nadie.
Gracias por pasaros, Martikka y Srider ;)

Claudio Cerdán dijo...

A mí me putearon en el examen de conducir. Lo único que me quedó claro entonces es que quería trabajar de lo mismo que ese tío.

Suerte macho. Te lo desea un futuro opositor.