Leo (con cierto retraso) un pequeño artículo de Almudena Grandes en EL País Semanal: Una fábrica de chocolate. Para no perdérselo.
"[...] Cuando era pequeño, a su hijo mayor no le gustaba leer. Con sus hermanas nunca tuvo ese problema, pero él, aficionado al cómic, a los videojuegos, a jugar al fútbol, nunca encontraba el momento de abrir ninguno de los libros que ella le regalaba [...]
[...]¿Estará enfermo?, pensó, y pronunció su nombre en voz baja, para no despertar a su hermana. Pasa, escuchó, estoy aquí. Y al abrir la puerta, lo encontró recostado en la cama, con un libro entre las manos, tan absorto en la lectura que ni siquiera levantó la cabeza de las páginas. ¡Ah!, muy bien, su madre sonrió, cerró la puerta y miró el reloj. Quería cronometrar aquel prodigio[...]"
En este texto queda ensalzada perfectamente la necesidad de insistir. Tal vez algunos chavales no lean nunca, pero hay que intentarlo. No hay juego, película o serie de TV que supere un buen libro... solo hay que encontrar el libro adecuado en cada momento.
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