Festín de cuervos, de J.R.R. Martin

La última novela publicada de la saga Canción de Hielo y Fuego, Festín de Cuervos, tiene todas las virtudes de las anteriores: personajes creíbles, acción, derroche de fantasía, tramas excelentes, ritmo, originalidad... y un sinfín de cosas más, no descubro la pólvora.

Pero tengo un mal sabor increíble. El final es una puñalada trapera al lector... porque el final no es el final, no. Se ha dividido en dos lo que originalmente iba a ser el cuarto volumen de la saga, y este es la primera parte, la primera porción. Es un libro capado.

El propio autor explica que sería demasiado grueso, que blablablá y que decidió contar la historia de la mitad de los personajes, dejando en blanco la otra mitad de personajes. Cojonudo.

Es lo mismo que están haciendo ciertas editoriales españolas con algunos libros de sagas de fantasía, dividirlos en dos para vender el doble. Muy bonito. ¿Y el lector? No, no, el lector no es lo importante.

Yo guardaba Festín de cuervos en la estantería, reservando el últmo volumen escrito de la saga, temeroso de leerlo, no queriendo que se acabara... y me encuentro esto. Una gran decepción.
Además, sumado a que el maestro Martin, debido a su ya no tan buena salud, sus compromisos, etc, ha demorado la publicación de la siguiente parte una buena pila de años... Imagino lo que pensarán aquellos que llevan todos esos años esperando a saber qué ha pasado con Tyrion, los niños Stark, Jon Nieve, etc.

Pero la espera ya será poca, en breve se publica "A Dance with Dragons".
Martin, espero que remedies este chasco de los cuervos.