Fue hace un año. Era una noche oscura, apacible, fresca como corresponde a estas fechas, pero apacible. En la tele una buena peli, la posada casi vacía y todos los parroquianos atendidos. Mi sillón de orejas confortablemente acolchado, mi mantita, mi copita de brandy, mi purito, mis zapatillas de borreguito y mi pijama de frenela recién estrenado. Todo era paz y lánguida tranquilidad al amor de la luz de la chimenea.
¡Ding dong!
La puerta. ¿Quién puede ser a las 10 de la noche?
Aparto la mantita, dejo la copita, me levanto. ¡Ding Dong! ¡Ding dong!
Joé, qué prisas.
Abro. Son el conde Drácula, Frankenstein y una niña vestida de caperucita. ¡Truco o trato!
Drácula me mira con los ojos inyectados en sangre y Frankenstein da un torpe paso hacia mi puerta. La niña me mira fíjamente a los ojos. ¡Truco o trato!
Mmmmm... truco.
Pues danos caramelos.
O dinero -apunta caperucita.
Me lo pienso.
Bueno, pues entonces trato.
Pues danos caramelos.
O dinero -apuntilla caperucita de nuevo.
O dinero -apuntilla caperucita de nuevo.
Franki avanza otro paso, amenazadoramente. El conde se sube el embozo de la capa, tapando sus siniestros colmillos. La niña sigue mirando fíjamente mis ojos, con la mirada hueca, vacía.
Happy Halloween. Ha ha ha ha ha ha
3 comentarios:
Pobres críos... Pero la verdad es que son mu' cabrones!! jajaja. Por lo visto ahora también se están aficionando a lanzar huevos a las ventanas como hacen en otros países cuando sus "víctimas" no les quieren abrir la puerta o se niegan a darles caramelos o dinero.
Yo, viniendo del trabajo, me he topado con un niño que llevaba un puñal clavado en la cabeza!! Ha sido un poco de película de terror. Ya de por sí me ha dado yuyu verlo así, pero es que encima al pasar por su lado, he pasado despacio y se ha quedado mirándome fijamente, con cara de zombie asesino...
En serio, me parece un disparate toda esta fiesta que no tiene nada que ver con nuestra cultura, ni resulta educativo, ni nada parecido. No sé, yo veo todo esto muy agresivo. (También tu relato... pobres críos!!). Lo único que veo bien es que los niños se disfracen, porque lo pasan bomba, ¿pero para eso no tenemos el carnaval?
En fin, no te conozco, ni sé de dónde eres, ni qué edad tienes, ni a qué te dedicas, pero en tu perfil pone que eres de Pucela y si no me equivoco es de Valladolid, y por otro lado me ha parecido leer/deducir que eres maestro/profesor. En ese caso entiendo que te armes, no de paciencia, sino con una motosierra... jeje. Aunque bueno, lo que has escrito creo (y quiero pensar) que es un relato, no basado en hechos reales... o no demasiado, por lo menos en lo gore, jeje.
Gracias por lo de que te ha "encantado" mi blog, aunque sinceramente me parece una exageración. El que sí se ha llevado una muy buena impresión he sido yo al descubrir tu blog. Por supuesto te añado ya mismo a mi lista de blogs. Y sobre todo quería decirte que me ha gustado mucho el post "doce años no son nada". Supongo que el blog lo estrenaste hace poco y aún no tienes muchos lectores, porque si no no me cabría en la cabeza que ese post no tenga ni un solo comentario.
A mí personalmente me gusta bastante cómo escribes.
Nos leemos.
Un saludo.
Desde mi "lugar" de la Huerta.
;) Gracias, Lugareño.
En serio, tu blog tiene un puntito humano que me gusta mucho, por eso lo enlacé.
Por supuesto, es todo ficción... creo.
Y sí, lo de los huevos lo he visto hoy. Aunque por aquí no ha habido mucho movimiento porque ha llovido de lo lindo. Guardaré mi motosierra para el año que viene. ha ha ha ha
¿profesor? sólo aspirante (de momento)
Nos leemos.
A mí estos nuevos festejos me dan un poco yuyu, lo reconozco. Pero el relato me ha gustado. Joé, qué miedo;-)
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