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martes, 21 de abril de 2009

Estirpe Salvaje de Montse de Paz


Esta novela que he terminado recientemente tiene muchas cosas sorprendentes.
Cuando uno la ve y la abre por primera vez tiene la impresión de estar ante una novela juvenil. Y así es, así está catalogada y editada, con un recuadrito de filigranas rodeando el texto de cada página, plateados brillantes en la portada... Una magnífica edición, por cierto. Excelente la portada del maestro Calderón... pero que lleva a equívoco, porque aparece una moza, espada en mano, que hace pensar que será la prota. Y no es así, primera sorpresa. En esta novela, ella (Yvanka) es la co-protagonista, siempre un paso por detrás de su hermano (Ruslan), el verdadero actor principal. No digo que la cosa no cambie si hay futuras entregas (que espero con ganas, por cierto).

La segunda sorpresa es que sí, es una novela juvenil, pero no es una novela ñoña, blandita y totalmente aséptica. Me sorprendo leyendo violaciones (o intentos), soldados que se van a putas (sí, he dicho putas, porque lo pone en la misma novela), relaciones sexuales (explícitamente no, claro...), cambios en el cuerpo en desarrollo de Yvanka, su "primer sangrado"... ¡Joer con la novela juvenil! ¡Cómo ha cambiado!
Cuando por fin alcancé la edad suficiente para leer novela juvenil, las que había disponibles no se parecían ni en la sombra a ésta. Es más, en aquella época (recién superada la dictadura), este libro hubiera sido clasificado con dos rombos, dos equis o directamente enviado a la hoguera y a su autora a un convento de clausura para purgar su alma pecadora. Pero por fin la sociedad ha cambiado y ya no hay que esconder cosas naturales y que suceden, nos guste o no. Si además nos las explican con sencillez y naturalidad, como muy bien consigue Montse, tenemos una agradable lectura, que explica la vida tal y como es (o casi).
Por eso, el concepto de novela juvenil se ha ampliado en mi mente. De ahora en adelante leeré con otros ojos las novelas juveniles que caigan en mis manos, sabiendo que todo avanza.

La historia en sí nos cuenta las aventuras y desventuras de la pareja de protagonistas (si queréis saber más tendréis que leer el libro) con un estilo fresco, sencillo, pero no menos eficaz y hermoso. Tiene un regusto estupendo a relato y no se pierde para nada en largas descripciones y sucesiones de datos, datos e historia de los continentes que contienen el reino en el que reina el rey al que sirve el prota... ya me entendéis. Hasta la mitad del libro no caí en la cuenta de que me estaba viniendo a la memoria continuamente otra novela que leí hace muchos años: Miguel Strogoff. Tal vez por la ambientación y los nombres.

Sin embargo (aquí vienen los peros), hay ciertos detalles que no me gustaron. Por ejemplo, percibo cierta "moralina" de la escritora con algunas de las decisiones que toma el prota (como no ir de putas, beber, no darse comilonas...). Es sólo un regustillo, pero me ha chocado que después de permitir que aparezcan en el libro estas cosas, luego haya este detalle.
Además, cambiando de tercio, me rechinan la cantidad de detalles "tiernos" que tienen el prota y un amigo soldado. Tanto acariciar espaldas, contemplarse mientras duermen, pasar el brazo por el hombro... No digo que no pueda ser, pero... los chicos, los hombres, y más en el ejército, no hacen esas cosas. Es por educación (mala educación), pero los chicos no se acarician habitualmente.

No obstante, olvidad de estos detalles totalmente subjetivos y conseguid esta novela. Os recomiendo su lectura u os sugiero que la regaléis a vustros hijos/as, sobrinos/as, ahijados/as.
A mí me entró por los ojos en el Carrefur, donde no esperaba encontrarla. Y me ha sorprendido muy gratamente.

Y de paso, los beneficios están destinados a ayudar a jóvenes necesitados. Montse nos contó los detalles hace bastante tiempo ya, en la primera entrevista de esta posada.
Gracias, Montse. Me ha sorprendido mucho. ¿Habrá continuación?

4 comentarios:

François de Fronsac dijo...

A mí me dejó muy satisfecho su lectura.

Esteban González García dijo...

Y a mí, me ha parecido fresca y renovadora. Para mí, por supuesto. Incluso en las cosas que me han gustado menos. Siempre es interesante contemplar las cosas desde otro punto de vista.

Montse de Paz dijo...

Hola, muchachos! Bueno, aunque tarde, GRACIAS por la entrada, Esteban, y sobre todo por la lectura. A tus objeciones respondo porque me hace gracia ver de qué manera tan diferente veis las cosas los lectores.

Me encanta que no la encuentres ñoña, ja, ja, eso se lo haría leer a algunos críticos. Aunque es verdad que podría ser más cruda.

La "moralina" que tú dices. Ruslan es así, entre todo mi repertorio de héroes es el único que posee ese carácter particular y tiene un gran motivo para ser sobrio y casto: su hermana. Es por ella por quien se plantea ciertas actitudes, fundamentalmente.

Ah, y las ternuras entre guerreros... please, si tienes tiempo, lee el comentario de Eligio Montero a la novela, en mi blog. Hubo otro lector que también las encontró excesivas, pero otros no piensan así.

Gracias y un abrazo.

Eli

Esteban González García dijo...

De nada, Eli. Ya me parecía raro que no dijeras nada de la reseña.
Llegué a pensar que igual no te había gustado mucho...
Sorprende que cada uno interprete ciertos detalles de manera distinta. Esa es la grandeza.
A pesar de los PEROS, me gustó mucho.
Siento una gran admiración por una estupenda escritora como tú (por publicar, por escribir un par de novelas al año, relatos, revistas...)
;)