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miércoles, 11 de agosto de 2010

Odín: señor de la sabiduría



Odín (nórdico antiguo Óðinn) es considerado el dios principal de la mitología nórdica.

Odín residía en el Asgard, en el palacio de Valaskjálf, que construyó para sí y donde se encuentra su trono, el Hliðskjálf, desde donde podía observar lo que sucedía en cada uno de los nueve mundos. En la batalla blandía su lanza, llamada Gungnir, y montaba su corcel de ocho patas, llamado Sleipnir.
Era hijo de Bor y de la giganta Bestla, hermano de Vili y Vé, esposo de Frigg y padre de muchos de los dioses tales como Thor, Baldr, Vidar y Váli.
Como dios de la guerra, se encargaba de enviar a sus hijas, las valquirias, a recoger a los guerreros heroicos muertos en batalla, los einherjer, que se sientan a su lado en el Valhalla donde preside los banquetes. En el final de los tiempos Odín guiará a los dioses y a los hombres contra las fuerzas del caos en la batalla del fin del mundo, el Ragnarök. En esta batalla el dios será muerto y devorado por el feroz lobo Fenrir, el cual será inmediatamente muerto por Vidar, quien le desgarrará las fauces y colocará un pie en la garganta.
Siendo uno de los dioses más antiguos, creador del mundo y de los hombres, Odín es el señor de la sabiduría, experto en todas las cosas desde el principio de los tiempos. Ha aprendido todas las artes y luego los hombres han aprendido de él. Entre los muchos epítetos de Odín, muchos hacen referencia a su gran sapiencia, y ha sido llamado Fjölnir y Fjölnsviðr ("gran sabio"), Sanngetall ("quien intuye la verdad"), Saðr o Sannr ("quien dice la verdad"), Forni ("conocedor de lo antiguo") y Fornölvir ("sacerdote antiguo").
La sabiduría de Odín es fruto del conocimiento, la magia y la poesía, todo a la vez. Es conocedor de los misterios de los nueve mundos y de sus orígenes, pero también del destino de cada uno de los hombres, así como de su propio destino y el del universo.
Odín disfruta compitiendo en discusiones con los individuos más sabios. Bajo el disfraz de Gágnraðr ("victoria"), arriesgó su vida cuando el gigante Vafþrúðnir, cuya erudición era ampliamente reconocida, lo desafió en un duelo de sabiduría sobre el pasado, el presente y el futuro del mundo. El gigante contestó rápidamente a todas las preguntas, pero Gágnraðr al final preguntó qué fue lo que el dios Odín susurró al oído de su hijo Baldr en su pira funeraria. Vafþrúðnir, en este punto, reconoció la identidad de Odín, ya que una regla era que quien hacía una pregunta debía conocer la respuesta, y esta respuesta era conocida solamente por el propio dios. Así, el gigante perdió el duelo.
Odín se aventuró hasta el pozo de Mimir, cerca de Jötunheim, la tierra de los gigantes bajo la apariencia de un caminante llamado Vegtamr. Mímir, que vigilaba el pozo, para permitirle beber de éste le pidió que sacrificara su ojo izquierdo, siendo esto un símbolo de su voluntad por obtener el conocimiento. Mientras bebía vio todo el sufrimiento y los problemas que los hombres y los dioses deberían soportar, pero también vislumbró por qué era necesario que esto sucediera.

Odín conoce el secreto de las runas. Éstas son la lengua de los poetas y los caracteres tallados en madera, piedra, las hojas de las espadas, los vasos de los caballos y son el origen de todo conocimiento y de cada fuerza. Odín obtiene estos conocimientos convirtiéndose en el primer Erilaz, o "sabio de las runas".
De hecho, para aprender el arte de las runas y de la adivinación, se colgó de un árbol (probablemente Yggdrasil) atravesado por su lanza durante nueve días y nueve noches, en un sacrificio que se ofreció a sí mismo.

De todas las figuras de la mitología nórdica que poseen el carácter de divinidad guerrera, Odín se caracteriza por ser a veces llamado Sigrföðr ("padre de la victoria"), ya que es la entidad que decide la suerte de las batallas y quién saldrá victorioso. También es llamado Valföðr, ("padre de los elegidos"), porque se considera que se convierten en sus hijos adoptivos todos aquellos guerreros que caen heroicamente en el campo de batalla. Bajo estos dos nombres, Odín distribuye en la batalla la victoria y la muerte: ambas cosas son bien recibidas por los guerreros.
Odín es además un guerrero por excelencia y combate con artes mágicas. Muchos de los epítetos utilizados para describir su carácter belicoso son: Gunnarr ("señor de la batalla"), Göllnir (" [quien] está en la contienda "), Þróttr ("poderoso"), Foyersðr (" [quien] cabalga en la batalla") y Fráríðr (" [quien] avanza cabalgando").
La infalible lanza que sujeta en su puño fue creada por unos enanos, los famosos artesanos conocidos como los "hijos de Ivaldi", y es llamada Gungnir. Cuando Odín arrojó la lanza dio lugar a la primera guerra del mundo, el conflicto entre los Æsir y los Vanir.
En la víspera de las batallas se vuelve hacia la formación que ha decretado que será derrotada. Por tanto es llamado Dörruðr (" [quien] pelea con lanza"), Dresvarpr (" [quien] arroja la lanza") y Biflindi (" [quien] agita su lanza"). Además posee un casco de oro, razón por la cual a veces es llamado Hjálmberi (" [quien] lleva casco").
El dios establecía a quiénes les tocaba morir en el campo de batalla y eran elegidos para formar las filas de los einherjar, los guerreros destinados a formar el ejército que lucharía a su lado el día del Ragnarök. Así formaba la armada de almas guiadas por el propio Odín, que por esto es llamado Herföðr y Herjaföðr (" padre de la formación"), Hertýr ("dios de la formación") y Herjann (" señor de la formación").

Odín resulta aterrador para sus enemigos ya que es un experto en el arte de la transformación. En la guerra tiene el poder de cegar, ensordecer o provocar el pánico en los enemigos así como de aterrorizar sus formaciones y de transformar objetos sencillos tales como ramas en armas mortales. Nadie es capaz de arrojarle una lanza con tal fuerza que él no la pueda detener tan sólo con la mirada. Sus habilidades para la guerra tienen como base la magia y sus conocimientos de hechizos y de las runas.

Fuente: Wikipedia

3 comentarios:

Esteban González García dijo...

mmmm supongo que ahora se comprende mejor la "dificultad" de los extraños nombres que aparecen en el último fragmento "Planeando venganza"
Sigo trabajando en ello, en castellano pronunciar ciertas consonantes seguidas es imposible...

Tifa's dijo...

Una información muy interesante, pero como no españolices algunos nombres, algunos podemos perder la lengua leyéndolos :D.

Esteban González García dijo...

Sí, de eso se trata.
Algunos nombres, como "Baldr", se convierten fácilmente a algo legible, "Baldur". Pero otros se las trae...
Hliðskjálf
Fjölnsviðr
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