Hoy voy a haceros un pequeño adelanto de lo que me traigo entre manos. Se trata del prólogo de la novela en la que trabajo.
Surgió como un relato, aunque no independiente, ya que la idea estaba ya ahí, dando vueltas y acomodándose a la trama, a los personajes, etc.
Así es como comienza todo, el origen de la historia que cuento...
¿Qué os parece? ¿Seguiríais leyendo?
"Irviel Nazghiran, Guardián de Aurilas, férreo Paladín de la Legión de la Luz, Vengador Consagrado, Custodio de la Diosa y máximo exponente de firmeza y lealtad, jamás había dudado hasta ese preciso instante. Mientras montaba observó de reojo la criatura más bella y dulce que nunca había tenido la fortuna de conocer. De inmediato recordó su valor, la pureza de su sangre divina, sus dones ocultos. Un leve suspiro se escapó de sus temblorosos labios.
Abandonaron el Templo del Amanecer con el mayor de los sigilos. El Guardián había ordenado una diminuta comitiva como medida de seguridad. Una doncella, un sirviente eunuco de la isla de Rura y él mismo como único defensor del más precioso tesoro que había salido jamás de Aurilas: el Resplandor del Templo.
Les aguardaba un corto viaje de dos semanas hasta el nuevo hogar. No preveía problemas y la senda estaría vigilada por cien pares de ojos discretos, pero no quiso correr riesgos: ningún distintivo ni joya a la vista que delatase su origen ni destino, los mejores corceles de la cuadra y el mejor Vengador de toda la isla, el Campeón del Amanecer.Adelantado unos metros, montado en un imponente alazán, el fiero guerrero guiaba la comitiva, escudriñando cada sombra del estrecho sendero. Una manta de lana le protegía de la humedad nocturna y a la vez ocultaba su resplandeciente cota de malla y su inmaculada túnica blanca de Consagrado. [...]"
Abandonaron el Templo del Amanecer con el mayor de los sigilos. El Guardián había ordenado una diminuta comitiva como medida de seguridad. Una doncella, un sirviente eunuco de la isla de Rura y él mismo como único defensor del más precioso tesoro que había salido jamás de Aurilas: el Resplandor del Templo.
Les aguardaba un corto viaje de dos semanas hasta el nuevo hogar. No preveía problemas y la senda estaría vigilada por cien pares de ojos discretos, pero no quiso correr riesgos: ningún distintivo ni joya a la vista que delatase su origen ni destino, los mejores corceles de la cuadra y el mejor Vengador de toda la isla, el Campeón del Amanecer.Adelantado unos metros, montado en un imponente alazán, el fiero guerrero guiaba la comitiva, escudriñando cada sombra del estrecho sendero. Una manta de lana le protegía de la humedad nocturna y a la vez ocultaba su resplandeciente cota de malla y su inmaculada túnica blanca de Consagrado. [...]"
La joya de Aurilas es un relato registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual.
6 comentarios:
Esto promete....Me he quedado con intriga pensando como seguirá, porque lo mejor de tus relatos es un final inesperado totalmente. Al menos para mi. Pero un final.... como te explico, además de inesperado, muy imaginativo por tu parte, y al mismo tiempo como si pudiese darse en la realidad. No se si he dicho lo que quiero. Quizás en otro momento esté mas inspirada.
Tiene buena pinta.
Saludos.
La premisa de la historia está bien, los personajes molan, pero (para mí) tiene demasiado azúcar.
Saludos.
Hola, Raquel. Gracias por pasarte de nuevo y por tus palabras.
Hola, Susana. Sí, demasiado azucar...
pero no te creas, será un dulce amargo. Es sólo el trasfondo. La novela no es una historia de amor...
¡Ah! Y ni siquiera son los protagonistas...
Por supuesto que quiero seguir leyendo... ¿para cuando otro trocito?
Hola, Pableras.
¿Otro trocito?
Mmmmmm no creo. Tal vez cuando el borrador esté completo...
Ya veremos.
Por el momento así es suficiente. ;)
Publicar un comentario